El australiano Alexei Popyrin logró sumar este domingo en Umag (Croacia) el segundo título de su carrera, tras el conseguido en Singapur 2021, tras derrotar en la final al suizo Stanislas Wawrinka, sexto favorito, que lleva sin levantar un trofeo desde el disputado en Ginebra en 2017 y que no alcanzaba una final desde hace cuatro años.
Quizás ese fuese el motivo de las lágrimas que no pudo contener en su discurso durante la entrega de trofeos. "Sé que es tan estúpido llorar, pero amo mucho este deporte" dijo el suizo tras caer ante el oceánico de 23 años que ocupa el puesto 90 en el ránking ATP por 6-7 (5), 6-3 y 6-4 en dos horas y 36 minutos.
Con dieciséis éxitos a sus espaldas, entre ellos tres del Grand Slam, Wawrinka aspiraba a volver a ganar en Umag donde obtuvo, en 2006 su primer éxito. Aunque se llevó el primer set tras un disputado tie break, se vio superado por Popyrin en los dos siguientes.
"Es estúpido llorar, pero amo mucho este deporte" ❤️
— ESPN Tenis (@ESPNtenis) July 30, 2023
La emoción de Stan Wawrinka en la ceremonia de premiación de #Umag. 🥹 pic.twitter.com/MxMk3iCHUg
Wawrinka, de 38 años y con tres títulos de Grand Slam en su palmarés, buscaba un 17º titulo en su carrera, y el primero desde Ginebra en 2017
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La carrera de Stan Wawrinka ha sido una montaña rusa de éxitos y desafíos. A lo largo de su trayectoria, ha demostrado ser uno de los tenistas más destacados de su generación, alcanzando el pináculo del tenis mundial y compitiendo a un alto nivel en los torneos más prestigiosos del circuito.
Wawrinka logró su primer título de Grand Slam en 2014, cuando sorprendió al mundo al ganar el Abierto de Australia. En esa memorable final, derrotó al entonces número uno del mundo, Rafael Nadal, en cuatro sets. Esta victoria le otorgó el reconocimiento que merecía como uno de los grandes jugadores del circuito.
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Sin embargo, el momento más destacado de la carrera de Wawrinka llegó en el Abierto de Francia 2015. En un torneo donde mostró un nivel de tenis impresionante, venció a jugadores de la talla de Roger Federer y Jo-Wilfried Tsonga en el camino hacia la final. En la final, se enfrentó a Novak Djokovic, el número uno del mundo, en un emocionante duelo que duró cuatro sets. Wawrinka emergió como el campeón, levantando el trofeo de Roland Garros y ganando su segundo título de Grand Slam.