Cinco días después de que la ucraniana Marta Kostyuk no saludara a la bielorrusa Aryna Sabalenka, su compatriota Elena Svitolina rechazó dar la mano a la rusa Anna Blinkova, este viernes en Roland Garros tras derrotarla, pero sí levantó su pulgar como gesto amistoso.
Ganadora en tercera ronda por 2-6, 6-2 y 7-5, Svitolina se acercó a la red, pero evitó el contacto físico con su oponente. A unos metros le enseñó su dedo pulgar, algo que fue un gesto de buena fe y onda entre ambas, con el fin de que no pasara a mayores.
Svitolina nodded with a 👍 saying spasiba *i think* but the way Blinkova stared at her and double checked to see if she doesn't want to shake hands, i felt bad for her 🥹 pic.twitter.com/U21j2EvYd5
— LorenaPopa 🕵️♀️🎾 (@popalorena) June 2, 2023
Desde las gradas de la pista Simonne-Mathieu se escucharon abucheos, aunque sin quedar claro a quién iban referidos. Rápidamente, los abucheos dieron paso a los aplausos para Svitolina, muy apoyada durante todo el partido y su emoción lo confirmó.
Elina Svitolina.
— Tiempo De Tenis (@Tiempodetenis1) June 2, 2023
Es el primer Grand Slam que juega desde que es madre y ya está en octavos de final.
Y con Gael Monfils alentandola ♥️pic.twitter.com/QqBUQBNwOJ
Desde el comienzo de la guerra, es habitual que las jugadoras ucranianas rechacen saludar a las rusas y bielorrusas como forma de protesta hacia las instancias que dirigen el tenis mundial, al juzgar que su posición no ha sido todo lo tajante que ellas desearían.
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El domingo, en el partido que abrió el torneo en la Philippe Chatrier, la ucraniana Kostyuk ignoró a la bielorrusa Sabalenka tras su derrota, provocando los abucheos del público. "¡La gente debería tener vergüenza!", declaró Kostyuk en la rueda de prensa posterior al partido.