Con una aplastante victoria ante el francés Alexandre Muller, el serbio Novak Djokovic superó la primera ronda del Abierto de Estados Unidos y se aseguró desbancar al español Carlos Alcaraz del número uno del tenis masculino.
Djokovic celebró su regreso a Nueva York tras dos año de ausencia ganándole a Muller (número 84 de la ATP) por 6-0, 6-2 y 6-3 en un juego nocturno de una hora y 34 minutos de juego.
El astro serbio, que en su carrera ocupó la cima de la ATP por un récord de 389 semanas, se ha turnado en esta posición hasta siete veces este año con Alcaraz, el mayor rival en su camino hacia su título 24 de Grand Slam.
"Creo que jugué muy bien de principio a fin. Me gustó el nivel y espero mantenerlo en la próxima ronda", se felicitó Djokovic.
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Siguiéndose de reojo con Alcaraz, que debuta en la noche de este martes frente al alemán Dominik Koepfer, Djokovic volverá a la pista el miércoles para enfrentar en la segunda ronda al español Bernabé Zapata, número 76 del ranking mundial.
Zapata "es un especialista en arcilla pero estos jugadores aprenden con el tiempo también a jugar en pista dura", advirtió Djokovic. "No hay rival fácil, no se puede subestimar a nadie".
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El duelo del serbio arrancó a las once de la noche después de una larga victoria de la local Coco Gauff.
Djokovic fue recibido con una enorme ovación por la pista Arthur Ashe de Flushing Meadows (23.000 asientos), la mayor del mundo, donde se encontraban personalidades como el expresidente Barack Obama y su esposa, Michelle.
El serbio ha mejorado su relación con la grada neoyorquina desde su última presencia en esta pista, cuando los aficionados lo trataron de consolar en una dramática derrota en la final de 2021 frente a Daniil Medvedev, quien le impidió completar un histórico pleno de victorias en los Grand Slam del año.
En 2022, Djokovic no pudo competir en el torneo debido a su negativa a vacunarse contra el COVID-19.
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Este lunes, Djokovic comenzó a recuperar el tiempo perdido con una implacable derrota frente a Muller.
"Sabía que podía comenzar el partido tarde pero estaba emocionado de volver a esta pista", aseguró. "Fueron un par de años sin estar aquí y siempre es un placer y un honor jugar ante ustedes. Gracias a todos los que se quedaron hasta casi la una de la mañana".
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A sus 36 años, 'Nole' compareció en la pista central pletórico de fuerzas y confianza tras su memorable victoria ante Alcaraz en la final del Masters 1.000 de Cincinnati.
En Nueva York, el serbio aspira a tomarse la revancha definitiva ante Alcaraz por su derrota en la final de Wimbledon, alzar su cuarto trofeo del US Open y aumentar su distancia con Rafael Nadal (22 títulos de Grand Slam) en la carrera histórica por los trofeos grandes.
"Bienvenido de nuevo"
Recibido con gritos de "Welcome back, Novak" (Bienvenido de nuevo, Novak), Djokovic no tuvo piedad frente a un rival que debutaba en el cuadro principal del US Open.
En tan solo 23 minutos, el serbio se apoderó del primer set en blanco dejando solo ocho puntos en manos de Muller.
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El francés, de 26 años y una sola presencia en una final de ATP, el pasado abril en Marrakech, apenas podía disimular el rostro de impotencia frente al diluvio de golpes ganadores que caían desde el lado contrario.
Con 2-0 abajo en el segundo set, Muller logró ganar su primer juego y lo celebró con una sonrisa irónica con el público, que le alentaba a dar batalla para alargar el espectáculo.
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Muller alcanzó a romper el servicio de Djokovic, y acercarse 3-2, pero el serbio ni se inmutó y ya no le concedió ningún otro juego hasta apoderarse de la segunda manga.
En la tercera Djokovic bajó la intensidad y fue avanzando en el marcador junto a Muller hasta dar el zarpazo definitivo en el séptimo juego, con un quiebre que le abrió las puertas de su victoria 17 en sus estrenos en Nueva York.
Djokovic no tropieza en su primer cruce de un Grand Slam desde el Abierto de Australia de 2006 y acumula 32 victorias seguidas frente a jugadores franceses en torneos grandes desde su última derrota ante Jo-Wilfried Tsonga en 2010.