El serbio Novak Djokovic , número 1 del mundo, no está fino, siembra dudas, y en su preparación ante Roland Garros volvió a tropezar, esta vez en el torneo de Ginebra y ante un rival como el checo Toma Machac (n.44 ATP) que le derrotó en semifinales por 6-4, 0-6 y 6-1.
Un partido, el segundo entre ambos, que se decantó de forma sorprendente del lado del checo en poco más de dos horas, y donde Djokovic arrojó más sombras que luces. Y siembra dudas ante Roland Garros.
Y es que el serbio llegaba a Ginebra tras caer en segunda ronda en Roma, en semifinales de Montecarlo -ambos sobre tierra batida), en tercer turno de Indian Wells, y en semifinales de Australia -el primero del Grand Slam-. Es decir, sin alzar trofeo ni final alguna en 2024.
Si a Ginebra fue para adquirir confianza ante Roland Garros, ahora a sus 37 años parece le entrarán más dudas.
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De ello se aprovechó este viernes Machac, un jugador de 23 años, que tiene como ídolos a Roger Federar y a Rafa Nadal, y que en la presente temporada tenía como mejor resultado los cuartos de final de Miami (cayó ante el italiano Jannik Sinner, número 2 mundial), pero que en Madrid no pasó de la segunda ronda.
Ya Machac se hizo con el primer set, remontando un adverso 1-4. y luego ganando los consecutivos cinco juegos. Pero fue vapuleado por un renacido Djokovic en el segundo (6-0), en lo que parecía iba a traer una victoria del serbio.
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No fue así, acusando ciertas molestías físicas, que provocaron incluso una intervención médica, Djokovic se hundió. Se hizo con el primer juego del set definitivo, pero fue en picado y cedió los siguientes seis juegos. Perdió el partido y, sobretodo, dejó muchas dudas.
A la final va Machac, su primera, donde espera ya al ganador del duelo entre el italiano Flavio Cobolli (n.56) y el noruego Casper Ruud (n.7), que partía como segundo favorito.