El español Nico Almagro (Murcia, 1985) colgó la raqueta hace ya cuatro años. Con él se fue uno de los reveses a una mano más estéticos de su generación. Dejó atrás una carrera en la que tocó el 'top ten', ganó trece títulos ATP, una Copa Davis y un carácter único en la pista, para lo bueno y para lo malo.
Ahora su vida es muy diferente a lo que acostumbraba en el circuito. Es más pausado de lo que era en cancha, donde sus pulsaciones se elevaban en cuestión de segundos y su talento en tierra batida solo lo pudo frenar Rafael Nadal.
Fuera de la pista, Almagro ha cumplido su gran sueño: formar una gran familia y apenas unos días después de dar la bienvenida a su cuarto hijo, el extenista atiende a EFE en el club Hurlingham de Londres, donde disputa una exhibición junto a otras leyendas de este deporte.
Pregunta: ¿Echaba de menos el tenis?
"No he tenido tiempo para echar de menos el tenis. He tenido tiempo para hacer lo que siempre he querido, formar una familia. He creado una familia amplia, que es lo que siempre he deseado y ahora tengo que intentar retomar lo que mejor sé hacer, que es el circuito, el tenis. Me gustaría involucrarles, viajar todos juntos, que disfruten de lo que ha sido mi vida durante tantos años".
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"Estoy intentando volver a retomar lo que fue mi vida durante tantos años. Necesitaba desconectar un poco después de la retirada, necesitaba estar con los míos, con mi gente, disfrutar de mi familia, de mis hijos, de mi mujer. Creo que eso lo he hecho durante todo este tiempo. Ahora estoy intentando volver a lo que tanto me gusta, el mundo del tenis".
P: ¿Qué relación ve con el tenis en el futuro?
R: "Siempre que pueda, quiero estar vinculado a este deporte. Ahora tengo la suerte de poder estar en Eurosport comentando los Grand Slams, que es algo que me daba un poco respeto, pero lo he disfrutado mucho. Y siempre que pueda jugar exhibiciones de este estilo, con gente tan importante como Mansour (Bahrami), Marcos (Baghdatis), Radek (Stepanek), Xavier (Malisse), Juan Carlos (Ferrero), David (Ferrer)... Son con los que he compartido mi vida en el tenis. Además, lo vemos desde otro prisma, sin la tensión de años atrás, sin la necesidad de tener que ganar sí o sí. Es todo mucho más relajado. Y si algún día puedo entrenar a alguien, pues bienvenido sea. Es algo en lo que estoy intentando abrirme las puertas. No me corre prisa".
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P: Se acaba de retirar Feliciano (López). Llegamos al final de una generación dorada. Quedan Fernando (Verdasco) y Rafa (Nadal).
"Es ley de vida, todos nos hacemos mayores. A todos nos llega nuestro momento. Siempre lo dijimos, era momento de disfrutar lo que se estaba consiguiendo. Era momento de valorar que habíamos trabajado muy duro para que todos los éxitos llegaran al tenis nacional. Hemos sido una generación muy exitosa y esperemos que los que vienen consigan mucho más".
P: Porque Nadal, si vuelve, no va a volver para hacer cuartos o semifinales. Vuelve para ganar.
"Rafa lo que va a hacer es tomarse el año sabático para recuperarse de la grave lesión que tuvo en Australia y a partir de ahí, entrenar y estar en las mejores condiciones para seguir ganando títulos. La mentalidad de Rafa es así, una mentalidad ganadora, de esfuerzo, de trabajo. Y si no es así, no creo que vaya a volver, si no tiene la garantía de que puede ganar".
P: ¿Se puede volver de un momento así? Tras muchos años Nadal por fin va a poder estar con su familia, hacer cosas que lleva mucho sin poder hacer... ¿Va a ser duro?
"No es fácil, es algo que tienes que meditar y disfrutar a la vez. Lo que ha sido tu vida durante 20 años queda al margen para centrarse en lo que va a ser el futuro. Conociendo a Rafa y cómo es, va a tener la templanza para dejarlo en un segundo plano, sin olvidarse de ello. Estoy seguro que todos los días hará su recuperación, estará físicamente en forma, pero va a disfrutar de su mujer y de su hijo todo este tiempo. Cuando se acerque el momento de volver, se centrará 100 % en el tenis, sabiendo que puede ser su última bala en la recámara y la querrá aprovechar al máximo".
P: Hace años me dijo que cuando rompía raquetas lo hacía porque le ayudaba.
"Me ayudaba a darme un toque de atención, a estar más alerta. Era un mundo que desconocía, probablemente falta de madurez, falta de conocimiento, falta de saber cómo manejar ciertas situaciones. Con el paso de los años, eso se va adquiriendo. El rodaje, la competición los años en el circuito, te van dando esa templanza que cuando eres joven no tienes. Al final de mi carrera, me arrepiento de muchas cosas de las que he hecho, muchas raquetas que he roto, muchos 'warning' que me han pitado... Probablemente ahora no estoy orgulloso de ello, pero sí estoy orgulloso de ver cómo he evolucionado, de darme cuenta de que he hecho cosas que no estaban bien hechas".
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P: Sobre Alcaraz... Murcia ha tenido dos 'top ten' en un espacio muy corto de tiempo.
"Murcia con el paso de los años ha tenido buenos jugadores a niveles nacionales, estaba Alcázar, Juan Herrera, que ganó Roland Garros júnior... Siempre ha habido jugadores en Sant Cugat que eran de Murcia. Se ha trabajado muy bien con los años. Juan Carlos Ferrero marcó un antes y un después con la gente con la que se iba a Barcelona a vivir y a trabajar; ahí fue donde yo decidí quedarme en casa. Mis padres lo decidieron así y he tenido mucha suerte de estar siempre muy bien rodeado. Yo hice todo lo que pude y disfruté de mi carrera de la manera que yo creía que tenía que disfrutar. Podía haber sido mejor, podía haber sido peor".
"Carlos ha hecho algo impresionante. Todos éramos conscientes de que podía hacer algo así, pero nos sorprendió, entre comillas, por la rapidez. Sabíamos que tarde o temprano iba a dar un salto de calidad, por lo que transmitía y por cómo vivía el deporte y la naturalidad con la que hace las cosas. Para Murcia es un orgullo que un jugador tan joven y con ese carisma sea número uno del mundo".
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P: Su favoritismo, junto a Djokovic, ¿es justificado?
"A ver, el favoritismo es justificado. Las cosas están así, es número uno del mundo y lo es por algo. Por lo tanto, tiene que ser favorito en todos los torneos, pero personalmente creo que hay que dejarlo escribir su historia, hay que dejarlo volar. Se ha ganado el respeto del circuito, se ha ganado ser favorito en los torneos a los que va, pero repetir todos los días "es favorito a ganar", personalmente creo que no le favorece. Hay un jugador que ha ganado siete veces aquí, que sabe cómo manejar un tipo de situaciones que a lo mejor Carlos todavía está aprendiendo, como pudo pasar en Roland Garros. Si tú me preguntas que, si es favorito, para mí es favorito a ganar".