Con un histórico doble triunfo en el US Open, el joven español Carlos Alcaraz irrumpió el domingo como un huracán en un tenis aún dominado por Rafael Nadal y Novak Djokovic y amenaza con abrir por fin una nueva época.
A sus 19 años, el prodigio español alcanzó en Nueva York su ansiado primer trofeo de Grand Slam y superó en precocidad al 'Big 3' (Nadal, Djokovic y Roger Federer) al convertirse en el número uno más joven de la historia.
En dos semanas de ensueño en Flushing Meadows, donde se alzó como el nuevo favorito de los aficionados, Alcaraz coronó una extraordinaria temporada en la que ha ganado más trofeos (5) y partidos (51) que nadie.
Su doble éxito en Flushing Meadows, con su extrema juventud, confianza y demoledor juego, dan un vuelco al tenis masculino, donde la atención estaba casi monopolizada por la carrera de Nadal y Djokovic por conseguir el mayor número de títulos de Grand Slam.
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Nadal lidera el pulso con 22 trofeos y Djokovic le sigue de cerca con uno menos. El suizo Roger Federer, el otro integrante del 'Big 3' lleva una temporada inactivo y su regreso a la élite está en entredicho a sus 41 años.
De 36 y 35 años, Nadal y Djokovic habían acaparado los tres títulos grandes del año antes de empezar el US Open. Echando un poco más la vista atrás, sumaban 15 de los últimos 17 'Majors'.
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La victoria de Alcaraz puede ser la primera piedra para acabar con esta tiranía aunque el ascenso vertiginoso del joven de El Palmar (Murcia) también se ha beneficiado de factores extradeportivos, como las ausencias de Djokovic por su negativa a vacunarse contra el coronavirus.
Al serbio, su casi perfecto 2021 en los Grand Slams se le echó en el ranking de este año, cuando no pudo defender sus puntos de campeón del Abierto de Australia y del de Estados Unidos.
En Wimbledon jugó y venció pero no sumó puntos por la sanción que recibió el torneo por la ATP debido al veto a jugadores rusos y bielorrusos a causa de la invasión de Ucrania.
Nadal, por su parte, era el jugador con mayores posibilidades de alcanzar el número uno en Nueva York tras la eliminación del anterior líder, Daniil Medvedev.
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Las ilusiones de recuperar la cima y alzar su ansiado 23º trofeo de Grand Slam se esfumaron con una sorprendente eliminación en octavos, lastrado por el poco rodaje previo que le permitieron sus continuas lesiones.
Aire fresco
La asombrosa longevidad del 'Big 3' ha vallado el camino a varias generaciones de tenistas.
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Ahora, la última camada llamada a sucederlos está también bajo amenaza por las pujantes joyas como Alcaraz o el italiano Jannik Sinner.
Medvedev, único ganador de un Grand Slam, el alemán Alexander Zverev o el griego Stefanos Tsitsipas, todos ellos entre 24 y 26 años, tampoco enganchan a los aficionados como lo hace Alcaraz.
Alcaraz, elogiado unánimemente por sus colegas por su talento, esfuerzo y humildad, es todo un soplo de aire fresco para un deporte preocupado desde hace tiempo por la sucesión de la vieja guardia.
El vertiginoso tenis del español, con su inagotable catálogo de golpes mágicos y magnetismo con la grada, conquistaron a una Nueva York que le esperaba con ganas y donde su rostro era omnipresente en autobuses y pantallas gigantes.
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La épica batalla que Alcaraz y Sinner, de 21 años, libraron esta semana hasta casi las tres de la madrugada tiene a los expertos debatiendo si podría ser el inicio de otra legendaria rivalidad que atraiga más aficionados.
"Por el nivel que vi el otro día, tal vez Sinner y Carlos puedan dominar el circuito durante los próximos 10 años", consideró el domingo Juan Carlos Ferrero, entrenador de Alcaraz.
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Ferrero, que también fue número uno mundial, cree que su pupilo reúne las condiciones para ser uno de los grandes de la historia.
"Será muy, muy difícil conseguir lo que han hecho (Nadal, Federer, Djokovic) en el tenis. Estamos hablando de 22 Grand Slams. Él sólo tiene uno. Es un largo camino aún por recorrer", recordó. "Pero, ¿quién sabe? Creo que tiene todo el tenis y el potencial para ser uno de los mejores. Todo lo que hay que hacer es intentarlo".