Jannik Sinner se levantó de la lona y salvó tres bolas de partido en contra para ganar a Novak Djokovic en un partido espectacular (6-2, 2-6 y 7-5), por lo que repetirán en el dobles, donde se decidirá qué equipo acompaña a Australia en la final de Copa Davis de Málaga.
El comienzo estuvo marcado por la fiabilidad de ambos en el saque, con algunos ‘aces’ por el camino. Sinner, con la presión del ganar o ganar para mantener vivo a su equipo, necesitaba romper el servicio al serbio y lo logró para el 1-2.
El equivalente al mítico “¡Vamos, Rafa!” que siempre entonó la afición española cuando Nadal trataba de remontar, en el Carpena se escuchaban “Andiamo, Jannik” o el “Let’s go, Nole, let’s go!” tras cada punto.
Djokovic necesitaba un empujón , porque su rival se puso 1-3 y a un punto de otro ‘break’. Al segundo que tuvo, lo hizo con un revés a dos manos que fue mágico. Estaba contra las cuerdas el serbio (1-4).
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Sinner estaba jugando a un gran nivel y Novak cometía demasiados errores impropios de él. Los puntos iban cayendo hasta el 1-5 que dejaba cabizbajo al lado balcánico. Serio y sereno, ‘Nole’ se diluyó y tocó aceptar el borrón y cuenta nueva. En 37 minutos de un magnífico tenis, Sinner cerró el 2-6 que hizo sonreír a Italia.
Fue con 30-0 a favor en el primer juego de la segunda manga cuando a Djokovic le salió por primera vez un grito de rabia y un gesto de apretar el puño. Necesitaba un impulso anímico.
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Y lo tuvo para colocarse 3-1 gracias a su persistencia y una doble falta inoportuna de Sinner. Pasó del peor al mejor momento con un cambio de mentalidad clave. Con un saque directo que tocó por milímetros en la línea cerró el 5-2 y el 6-2 llegó al siguiente instante tras tres bolas de set.
En el tercer asalto se vivió un segundo juego muy largo, con variaciones y anclado durante minutos en el 40 iguales. Sinner sacó el brazo y encadenó tres ‘aces’ consecutivos de más de 200 kilómetros por hora (1-1).
La igualdad se estableció en el primer tramo, con los dos sin fallar con saque a favor, y entre idas y venidas se llegó al 4-4. Los errores de Sinner, con bolas a la red y derechazos demasiado desviados, los aprovechaba un Djokovic al que no se le puede dar margen porque es aniquilador.
Pero en el momento donde quemaba la situación, con tres pelotas de partido (5-4 y 40-0), Djokovic desaprovechó la oportunidad gracias al orgullo de Sinner, que en un abrir y cerrar de ojos viró de estar sentenciado a mandar por 5-6.
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En el último juego, Sinner se sintió gigante, con la confianza por las nubes y aupado por el sector de aficionados italianos. Con buenos golpes forzó a errores al serbio y se tomó su venganza después de perder el pasado domingo en Turín en las Finales ATP contra él.
El finalista que se enfrente a Australia este domingo saldrá del encuentro de dobles, que ha presentado cambios de última hora. Por un lado estarán Novak Djokovic y Miomir Kecmanovic, números uno y dos de Serbia, y en Italia vuelven a confiar en su número Jannik Sinner junto a Lorenzo Sonego, el dúo que selló la remontada transalpina en cuartos de final.
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