En su primer partido oficial desde que en septiembre cayó en cuartos de final del Abierto de Estados Unidos, Iga Swiatek tardó set y medio en recuperar el ritmo de la alta competición, volver a su repertorio de golpes letales e imponerse a la checa Barbora Krejcikova por 4-6, 7-5 y 6-2 en el estreno de ambas en las finales WTA de Riad.
Un primer set perdido por Swiatek con facilidad y un segundo en el que remontó dos 'breaks' en contra dieron paso a una tercera manga de absoluta superioridad, mientras su rival se venía abajo tras vislumbrar la victoria.
La victoria iguala de momento a la polaca con la bielorrusa Aryna Sabalenka, que también se estrenó con éxito el sábado y con la que se juega en Arabia el número uno del año 2024, de momento en poder de la de Minsk.
Tras un cambio de entrenador que la ha llevado a ponerse en manos del belga Wim Fissette, Swiatek ofreció la sensación de estar aún en periodo de transición y no fue capaz de sentar las bases del choque ni de contrarrestar de entrada el juego valiente de la checa, más fresca de ideas.
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Krejcikova, decimotercera del ránking, rompió el saque de su rival en el primer juego de cada set. Swiatek, la mejor restadora del circuito, no pudo rentabilizar ese golpe y con 2-3 desperdició tres bolas de rotura para igualar la contienda. En ese parcial no pudo hacer más que salvar una bola de set.
En el segundo, tras dos roturas en contra, Swiatek recuperó una de ellas y tiró de grandes paralelos para asentarse sobre la pista. Fue el momento de inflexión del partido. Krejcikova, ganadora este año de un solo título, pero nada menos que en Wimbledon, volvió a perder dos veces el saque ante la mejor versión hasta entonces de la campeona de Roland Garros. Al llevarse la manga, la polaca recuperó la condición de favorita.
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La checa cambió la comodidad por la zozobra; la polaca, la irregularidad por la firmeza. Número uno del mundo hasta hace dos semanas, Swiatek sumó siete juegos seguidos que la situaron con un panorama idílico de 5-0 en el tercero. Su oponente se perdió entre dobles faltas, devoluciones precipitadas y molestias en la espalda. Hizo el 5-1, incluso el 5-2 en un mal juego al saque de la polaca, pero esta restó de lujo en el siguiente y cerró la victoria con una serie impecable de reveses cruzados con la que hizo sucumbir a la checa.