Hace 24 años, Martina Hingis logró lo que parecía imposible en el Abierto de Australia. La exjugadora suiza dio uno de los golpes más memorables de la historia del tenis con 16 años, 3 meses y 26 días.
Hingis empezó su carrera de manera excepcional. La jugadora, de origen checo, levantó su primer trofeo de Grand Slam a los 15 años en la catedral del tenis, Wimbledon. En 1996 ganó el cuadro de dobles con Helena Sukova en el All England Club.
Pero Hingis quería seguir rompiendo récords y en la temporada siguiente buscó hacer lo propio en los sencillos del Abierto de Australia. En el cuadro aparecían nombres legendarios como el de Steffi Graf, Conchita Martínez y Arantxa Sánchez Vicario. Lo impresionante del asunto es que la joven suiza apareció como la cuarta preclasificada.
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Hingis llegó a la final del torneo sin haber perdido un set. En el encuentro definitivo enfrentó a la francesa Mary Pierce, a la cual aplastó por un contundente 6-2.
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Ese fue el primero de los cinco Grand Slams que la suiza ganaría en su exitosa carrera. Hingis se convirtió ese día en la tenista más joven en ganar un torneo mayor de sencillos, un récord que será muy difícil de superar.
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