Por la breve carrera profesional de la joven tenista británica Emma Raducanu han pasado ya cinco entrenadores en los últimos dos años, una inestabilidad que la deportista achaca a su personalidad inquisitiva , a su afán por plantear preguntas "provocadoras" y "difíciles".
En una entrevista con la emisora BBC Radio 4, Raducanu, de 20 años, confesó este viernes que hace "muchas preguntas" a sus preparadores, quienes, "en algunas ocasiones", no han sido capaces de seguirle "el ritmo".
"Quizá por eso hemos terminado", reconoció la tenista, ex número uno del Reino Unido y ganadora del Open de Estados Unidos en 2021, y que está sin entrenador desde el pasado junio tras romper con Sebastian Sachs.
"Es algo que siempre he hecho. Provoco, hago preguntas a los entrenadores y cuestiono también su forma de pensar. No soy alguien a quien puedas simplemente decir qué tengo que hacer y lo hago. Necesito entender el porqué y entonces lo haré", explicó Raducanu.
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Su carrera profesional arrancó de la mano de Nigel Sears, con quien alcanzó la cuarta ronda de Wimbledon en julio de 2021 y rompió después del torneo londinense, cuando reclutó a Andrew Richardson para lograr apenas dos meses después su primera victoria en un "grand slam" en Flushing Meadows.
A Richardson le han sucedido después Torben Beltz, Dimitri Tursunov y Sachs, pero Raducanu no ha vuelto a alcanzar su mejor nivel y lleva sin jugar desde que cayó derrotada contra Jelena Ostapenko en Stuttgart el pasado mes de abril.
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La tenista confía en regresar al circuito al comienzo de la próxima temporada, toda vez se recupere de las operaciones de muñecas y tobillo a las que se sometió en mayo.
" Probablemente volveré con un "ranking" más bajo, pero estoy deseando comenzar de nuevo, como un tipo de reseteo. Aún tengo nuevos objetivos. Pero todavía me quedan unos 15 años de carrera, así que no hay prisa", agregó Raducanu.