El aplastante y húmedo calor que se vive estos días en Nueva York se ha convertido en un rival temible para los tenistas en el Abierto de Estados Unidos (US Open), obligados a disputar las rondas decisivas de este 'grande' en unas condiciones muy complicadas.
Treinta y tres grados, sensación térmica de 37 y 50 % de humedad.
En esas circunstancias se jugó este martes a primera hora de la tarde el partido de cuartos de final que el serbio Novak Djokovic (2) se anotó frente al estadounidense Taylor Fritz (9).
Desde el primer set en el Arthur Ashe Stadium se vio a los dos tenistas sudando muchísimo y ambos recurrieron en los parones a toallas refrescantes con hielo, a beber agua y otros líquidos y a cambios frecuentes de camiseta para tratar de soportar el calor lo mejor posible.
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"Estoy empapado en sudor", reconoció Djokovic sobre la pista tras el duelo.
"Y he visto que Taylor también se ha cambiado un par de veces de camiseta porque había una humedad muy alta. Eran condiciones muy difíciles para jugar, pero son las mismas condiciones para los dos tenistas", aclaró.
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Su rival, Fritz, coincidió en que no era el entorno ideal para agarrar la raqueta.
"Definitivamente hacía calor. Me parece que jugamos algunos puntos bastante físicos en el principio del partido. Y después de dos de esos, como que me dio (el calor). Diría que es más la humedad que otra cosa (...), que es como si te drenara", explicó.
"Tampoco ayudó que cerraran parcialmente la cubierta del estadio porque creo que eso redujo el calor (por la sombra) pero hizo que hubiera más humedad dentro del estadio", consideró.
El calor se sintió también de forma evidente el lunes, especialmente en el maratoniano y extenuante partido de octavos que ganó el alemán Alexander Zverev (12) ante el italiano Jannik Sinner (6) en cinco sets y tras una 'batalla' de cuatro horas y 41 minutos que colocó a los dos al límite de sus fuerzas.
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Ambos tuvieron que lidiar con calambres, molestias físicas y signos evidentes de agotamiento.
Cambiarse de camiseta durante los partidos ha resultado ser uno de los mejores antídotos contra este calor, tanto que, según el recuento de The New York Times, el estadounidense Frances Tiafoe (10) se cambia de media cinco veces de camiseta por duelo.
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En otro sentido, el calor también puede ser una variable de peso diferente en función de los tenistas sobre la pista.
Por ejemplo, resulta razonable pensar que la estadounidense Coco Gauff (6), originaria de Florida, podría haber estado mejor preparada para este tipo de calor intenso y húmedo que la letona Jelena Ostapenko (21), a quien se enfrentó en cuartos.
"No sé si el calor desempeñó un papel o no porque el partido fue, sabes, corto. Sí pienso que si hubiera sido un partido más largo me habría favorecido", apuntó Gauff este martes después de un encuentro que, en cualquier caso, se llevó por la vía rápida ante Ostapenko (6-0 y 6-2).
Al margen de a quién le pueda beneficiar, lo que parece claro es que los tres próximos días en Flushing Meadows serán igual de calurosos y húmedos antes de que el sábado lleguen las lluvias y un descenso considerable de las temperaturas.
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