Carlos Alcaraz se mostró optimista y dispuesto a emprender la defensa del título del Masters 1.000 de Madrid que conquistó en las dos últimas temporadas y, mejorado de la dolencia en el antebrazo derecho, se mostró dispuesto a competir en el torneo de la Caja Mágica que arranca el martes.
El número tres del mundo se ejercitó en las instalaciones del recinto madrileño por primera vez. Lo hizo con una protección en el brazo, con precaución pero con algo más de intensidad que en días anteriores.
La dolencia en el antebrazo le sacó del Masters 1000 de Montecarlo y del torneo Conde de Godó la semana pasada. Ahora está en Madrid con la idea de formar parte del cuadro principal. En la presentación oficial del evento que encabezó junto a la bielorrusa Aryna Sabalenka, campeona en el 2023 del cuadro femenino, fue optimista con su estado físico.
"Estoy mejor. Intenté estar en Barcelona pero no pudo ser porque el brazo me dolió. Espero jugar en Madrid cada año y hacemos todo lo posible para poder estar. No quiero dar nada por seguro pero después de los últimos días, me atrevo a decir que si todo sigue así estaremos", señaló en el acto de presentación del torneo en la Plaza Mayor.
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Alcaraz no se considera favorito. "Cada partido es un mundo, hay que jugar los partidos y más ahora para mí que vengo sin partidos ni ritmo", indicó el murciano que mostró su deseo de debutar el sábado para tener más días de recuperación.
El murciano iniciará su recorrido por el Masters 1000 de Madrid en segunda ronda ante el ganador del partido entre el francés Arthur Rinderknech y el kazajo Alexander Shevchenko.
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El número tres del ránking ATP, que parte en Madrid como segundo favorito afronta el torneo de la Caja Mágica sin presión porque lo afronta con "energía positiva, sin presión. Me lo tomo como una motivación extra. Es un torneo al que he venido desde que era pequeño", recordó.
Alcaraz y Rafael Nadal van por lados opuestos del cuadro tras el sorteo celebrado en la mañana de este lunes. Solo se verían en una final. "Es especial siempre jugar con Rafa. En Madrid hemos jugado dos veces y es un placer compartir pista con él. A lo mejor nos vemos en la final. Nada es imposible. Todo puede ocurrir. Me haría mucha ilusión", indicó.