Carlos Alcaraz dijo que afronta el Abierto de Estados Unidos con "borrón y cuenta nueva", tras lo sucedido en el Masters 1.000 de Cincinnati, donde cayó en su estreno ante Gael Monfils y en donde destrozó su raqueta en el suelo en un momento de rabia.
"No vengo con más hambre de la cuenta para quitarme una espina que tenga clavada de Cincinnati sino obviamente yo, a cada torneo que voy, quiero hacerlo bien, quiero ganarlo. Aparte, el U.S. Open es un torneo muy especial para mí y es uno de los mejores torneos del mundo, sin ninguna duda", explicó en una rueda de prensa.
"Tengo muchísimas ganas de hacerlo bien y de ganarlo, pero no por lo que haya hecho o lo que haya pasado en Cincinnati. Eso, más o menos, ya lo tengo borrado y la verdad es que no he querido pensar mucho más en el partido de Cincinnati, sino borrón y cuenta nueva", añadió.
Carlos Alcaraz, número 3 del mundo, también apuntó que no le sorprendió "la repercusión" que tuvo ese arranque de furia inédito en su carrera.
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"La repercusión no me ha sorprendido porque es algo nuevo. Algo nuevo para todo el mundo, para mí también. Yo nunca había reaccionado de esta manera, pero al mismo tiempo pienso que es algo normal. No el reventar la raqueta como lo hice, pero tener algún tipo de reacciones que al final no te controlas, que no te controlas a ti mismo", opinó.
"Creo que todo el mundo en algún momento de su vida no se ha podido controlar sus emociones y ha hecho cosas que no quería. Yo cuando vi el vídeo, después cuando ya salí del partido, obviamente pensé en lo que hice, que no es lo correcto, que no es lo que hay que hacer, por lo menos por mi parte y lo que yo pienso. Pero más allá de ahí creo que es una reacción humana", agregó.
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Campeón de Roland Garros y Wimbledon, el murciano, que debutará el martes frente al australiano Li Tu (número 188), busca en el Abierto de Estados Unidos su tercer 'Grand Slam' consecutivo.
Debido a los Juegos Olímpicos de París 2024, en los que ganó la plata, y a su prematura salida de Cincinnati, apenas ha tenido rodaje este verano en pista rápida, aunque este aspecto no parece incomodarle.
"Obviamente, me habría encantado tener más partidos en pista dura antes del Abierto de Estados Unidos, pero no me afecta para nada", consideró.
"Si miro atrás, al afrontar Roland Garros no tenía muchos partidos en tierra y fue un muy buen resultado. Y luego en Wimbledon, lo mismo. No quiero pensar que aquí va a ser igual que en los dos anteriores 'Grand Slam', pero no estoy preocupado de no haber jugado muchos partidos en pista dura", apuntó.
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