El español Carlos Alcaraz, número 1 del mundo, elevó su nivel para lograr en tres sets su segunda clasificación consecutiva para los octavos de final de Roland Garros , tras derrotar al canadiense Denis Shapovalov, 32 del ránking, por 6-1, 6-4 y 6-2 en dos horas y 10 minutos.
El murciano se medirá por un puesto en cuartos de final al italiano Lorenzo Musetti, 18 del ránking, que le derrotó el año pasado en la final del torneo de Stuttgart, el único duelo entre ellos.
Salvo en un tramo del segundo set, en el que llegó a estar 4-1 por debajo, Alcaraz dominó sin problemas el duelo, en el que el viento fue menos molesto que en el anterior frente al japonés Taro Daniel, donde se dejó un set.
"He tenido un bajón, he cometido muchos errores. Eso demuestra que hay que tener una mentalidad muy fuerte, que hay que estar concentrado. Pero en general estoy satisfecho con el nivel que he demostrado en este partido", dijo el español.
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En número 1 del mundo salió como un huracán a la central, en el turno nocturno, con una grada casi llena, y con una temperatura que invitaba a arroparse.
En un torbellino de tenis le endosó un 5-0 a un tenista que sale de un laberinto de lesiones que le alejaron de los primeros puestos del ránking que ocupó en 2020, cuando tuvo una breve incursión en el top-10.
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En el último suspiro evitó marcharse con un rosco, pese a que Alcaraz disfrutó de dos bolas para endorsárselo.
Shapovalov reaccionó en el inicio del segundo set colocándose 4-1, aprovechando un bache del español, que recordó al que tuvo en el partido anterior y que le costó un parcial.
Pero esta vez su reacción no se hizo esperar y fue de una fuerza descomunal, con siete juegos consecutivos que no solo le permitieron adjudicarse la segunda manga, también dejaron encarrilado el último.
El canadiense se fue desdibujando, hasta parecer una caricatura del tenista que hace unos años apuntaba alto. A sus 24 años y pese a que asegura que está en plena reconstrucción mental, demostró que todavía tiene camino por delante.
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Antes del partido se negó a revelar la naturaleza de los problemas que tiene en la rodilla, pero no pareció físicamente limitado contra el español.
Alcaraz mostró un poco más de lo que es capaz en un torneo donde cada vez tiene más pinta de favorito.
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Mientras el serbio Noval Djokovic, su gran rival, aparece incómodo y obsesionado con pasar el menos tiempo posible en la pista a sus 36 años, Alcaraz sonríe y se divierte en sus duelos.
El serbio, que persigue su tercera corona en París y el 23 Grand Slam para distanciar en uno a Rafael Nadal, batalló durante 3 horas y media contra el español Alejandro Davidovich, que le tuvo en varias ocasiones contra las cuerdas.
Alcaraz deberá ahora dar otro paso hacia arriba contra un Musetti que está completando su mejor actuación en un Grand Slam. El italiano, 17 favorito, se deshizo del británico Cameron Norrie, 14, para acceder a octavos por segunda vez en su carrera.
A sus 21 años, uno más que Alcaraz, es otro de los representantes de esa joven generación que vienen pegando fuerte, aunque todavía no ha tenido buenos resultados en Grand Slam.
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El italiano aseguró que, "ante todo es un amigo" y aunque alabó la precoz carrera del español aseguró que saltará a la pista sin complejos.
En el recuerdo tiene la victoria en la final de Stuttgart del año pasado en tres sets, pero en 2020 el español le derrotó en un "challenger" en Trieste también en tres parciales. Ambos duelos sobre tierra batida.
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