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Carlos Alcaraz, campeón del Roland Garros.
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Carlos Alcaraz conquistó su primer Roland Garros: venció en la final a Alexander Zverev

En cinco sets y más de cuatro horas de partido, el español Carlos Alcaraz alcanzó su tercer Grand Slam y el primer en París. ¡Llegó el heredero!

El español Carlos Alcaraz conquistó por primera vez en su carrera Roland Garros, donde Rafa Nadal se convirtió en leyenda, al derrotar en la final de este domingo, en cinco sets y con remontada incluida, al alemán Alexander Zverev por 6-3, 2-6, 5-7, 6-1 y 6-2.

Este éxito le permitirá subir en la próxima clasificación ATP hasta el número 2, solo superado por el italiano Jannik Sinner [nuevo número 1] y adelantando al serbio Novak Djokovic, campeón el año pasado en la tierra batida de París y que abandonó por lesión esta vez antes de los cuartos de final.

En el día de la región de Murcia, de la que es originario el español, Alcaraz se alzó con el torneo dos años después de que Nadal levantara el último de sus catorce (2005, 2006, 2007, 2008, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2017, 2018, 2019, 2020 y 2022), e inscribe su nombre en una nómina que abrió Manolo Santana en 1961 y que, tras renovarlo en 1964, ampliaron Andrés Gimeno (1972), Arantxa Sánchez Vicario (1989, 1994 y 1998), Sergi Bruguera (1993 y 1994), Carlos Moyá (1998), Albert Costa (2002), Juan Carlos Ferrero (2003) y Nadal.

El propio Alcaraz reconoció que Roland Garros no es un torneo como los otros cuando eres español y su victoria le consagra como el estandarte de la hornada nacida en el nuevo siglo, la que está llamada a tomar el relevo del 'Big 3'.

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Al contrario que Zverev, que cuatro años después de haber perdido en Estados Unidos la final contra el austriaco Dominic Thiem tras llevar dos sets arriba volvió a desperdiciar una ventaja para anotarse su primer Grand Slam.

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Carlos Alcaraz, tenista español, finalista de Roland Garros.
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Un golpe duro para este representante de la generación de los 90, encajonada entre la larga sombra del 'Big 3' y la pujanza de los que vienen pegando fuerte.

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A sus 27 años, le faltó algo de aliento para imponerse en la final y rematar su extraordinaria racha de doce victorias consecutivas que inició en el pasado torneo de Roma, donde sumó su sexto Masters 1.000.

Pero esta derrota dejará huella en la mente del alemán, por la forma en la que se produjo y por el escenario, el mismo en el que en unos meses buscará renovar su oro olímpico.

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