Sara Sorribes y Rebeka Masarova no pudieron maquillar una mala jornada para España en su puesta en escena en las Finales de la Copa Billie Jean King y cedieron también el encuentro de dobles ante Eugenia Bouchard y Gabriela Dabrowski para firmar una derrota total por 0-3.
El cuadro canadiense ganó los dos duelos de individuales y también el dobles. España se queda sin margen de error. Y si Canadá gana a Polonia el jueves, las aspiraciones del conjunto de Anabel Medina en la competición serán nulas haga lo que haga el viernes ante el combinado polaco.
En una jornada inicial de competición sin Paula Badosa, todavía sin ritmo por su larga inactividad, desde agosto, por la lesión en la espalda, todo quedó en manos de Sara Sorribes y Rebeka Masarova.
Las dos perdieron sus respectivos partidos de individuales. Y también el dobles. Anabel Medina las dio una oportunidad de maquillar la derrota y obtener un punto que tuviera cierta relevancia en caso de empate entre las tres selecciones del grupo C.
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Masarova y Sorribes ocuparon el puesto inicialmente fijado para Cristina Bucsa y Marina Bassols. Canadá también hizo una variación y eligió a Eugenia Bouchard y dejó fuera a su número uno, Leylah Fernandez que había cumplido minutos antes con su victoria frente a Sara Sorribes.
Canadá ganó el dobles por 6-3 y 7-5 en una hora y 17 minutos y completó su victoria por 3-0 sin permitir, si quiera, que España lograra un set en los tres encuentros que disputó.
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Las jugadoras españolas afrontaron el último punto de la jornada condicionadas por la decepción sufrida en los encuentros individuales. Sara Sorribes había perdido contra Leylah Fernandez por 7-6(8) y 7-6(9) en casi tres horas de partido.
Masarova, en el duelo de apertura, fue arrollada por la joven debutante, de 18 años, Marina Stakusic que ganó por 6-3 y 6-1.
Las opciones de España pasan ahora porque Polonia, la otra integrante del Grupo C, venza a Canadá el jueves. Si no es así, el cuadro norteamericano, con dos victorias, accederá directamente a las semifinales y el choque entre el conjunto español y el polaco del viernes será intrascendente.