Andy Murray, tres veces ganador de Grand Slam, invitó al palco real de Wimbledon a Nazanin Zaghari-Ratcliffe, una ciudadana británica-iraní que pasó seis años en una prisión de Irán acusada de espionaje y que contó al escocés que ver sus partidos le dio fuerzas para confiar en una liberación.
Liberada el año pasado, Zaghari-Ratcliffe, que declaró en todo momento su inocencia, le contó a Murray en diciembre del año pasado que en 2016, en la prisión iraní donde estaba en régimen de aislamiento, le dieron acceso a una televisión y así pudo presenciar el segundo triunfo del escocés en el All England Club.
"Es la historia más extraña y más increíble que me han contado de alguien viéndome", dio Murray, después de que Zaghari-Ratcliffe presenciara este martes su triunfo frente a Ryan Peniston en un sitio de excepción, detrás de la princesa de Gales, Kate Middleton y de Roger Federer, ocho veces campeón del torneo.
"Quería invitarle y que viera el tenis en unas circunstancias completamente distintas. Me alegra mucho que haya podido hacerlo", aseguró el tenista escocés.
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Zaghari-Ratcliffe describió la experiencia de ver a Murray durante su confinamiento como "una vía de escape" y como una forma de sentirse "como en casa".
"Ha sido muy emotivo hablar con ella y escuchar su historia", añadió Murray.
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Roger Federer también fue invitado de lujo en el juego de Andy Murray
Más allá de la victoria de Murray sobre su compatriota Peniston, uno de los momentos emotivos se dio sobre el final cuando el escocés tomó el micrófono y se refirió a la presencia de 'su majesta' en la tribuna.
Murray tuvo tiempo hasta de ponerle humor al momento, puesto que recordó un juego de los Juegos Olímpicos Londres 2012 cuando enfrentó Stanislas Wawrinka y Federer estuvo en las gradas alentando a su compatriota suizo.
Cabe recordar, que, Murray se medirá en segunda ronda contra Tomás Etcheverry.