El sábado 9 de julio 2022 será un día que quedará grabado para siempre en la memoria de Andrés Urrea. El tenista nacido en Ciudad de México y criado en Bogotá, ganó a sus 27 años su primer título como profesional en el cuadro de dobles del Challenger de Bogotá, junto a su gran amigo Nicolás Mejía.
Hace un año, Urrea consideró dejar el tenis, pues los resultados no estaban llegando y el nivel tenístico no era el deseado. Sin embargo, cambió de entrenador y de preparador físico y encontró la confianza que le faltaba.
Estos dos colombianos, llegaron a El Carmel Club con la intención de divertirse, pues era el primer torneo que jugaban juntos. Su visión del certamen y los objetivos cambiaron cuando en los cuartos de final eliminaron a la siembra uno, compuesta por los jugadores indios Narayanaswamy Sriram Balaji y Jeevan Nedunchezhiyan, (los 126 y 146 del mundo, respectivamente).
Urrea y Mejía se impusieron en un electrizante 'super tiebreak' por 10-6 para avanzar a la semifinal, donde tuvieron que verse las caras con los terceros preclasificados: Matías Zukas y Marcelo Alves.
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Nuevamente, y con el apoyo del público bogotano, lograron superar a sus rivales, por 6-4 y 6-3, para avanzar a la gran final; la primera en la carrera de Urrea y la cuarta para Mejía.
En la final encontraron su mejor tenis, lograron doblegar a los argentinos Ignacio Monzón y Gonzalo Villanueva por 6-3 y 6-4 para desatar la locura en la capital de la República.
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Urrea y Mejía cortaron una 'sequía' de nueve años sin campeones locales. Los últimos en conseguirlo habían sido Juan Sebastián Cabal y Alejandro González, en el 2013.
Urrea, que gracias al triunfo escaló 417 puestos en el ranking de dobles, atendió los micrófonos de Caracol Sports, para dar detalles de lo que fue el torneo, sus próximos objetivos y sueños en este deporte.
¿Qué significó ganar su primer título Challenger en Bogotá?
"Este fue mi primer título a nivel profesional, en cualquier modalidad y nivel. Para mí es algo muy especial, es el título más importante de mi carrera hasta el momento. Haberlo ganado junto a un gran amigo como es 'Nico' (Mejía), en Bogotá, frente a mis amigos y familia lo hace aún más especial. Nunca se me va a olvidar ese momento".
¿Cuál fue la preparación con Nicolás Mejía, jugando su primer torneo Challenger juntos? ¿Ya habían jugado juntos en otro nivel?
"Con 'Nico' nunca habíamos jugado a ningún nivel juntos, ni siquiera habíamos entrenado el dobles juntos. Pero el hecho de haber empezado a entrenar con él desde diciembre, de compartir tanto tiempo y de conformar esa buena amistad nos ayudó a entendernos muy bien en la cancha. Tenemos el mismo entrenador y preparados físico. Ya llevábamos un buen tiempo queriendo jugar".
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Este año: semifinal en México F3, semifinal en Ecuador F3… el título venía asomándose, ¿Qué cambió en El Carmel para que se diera?
"Este año venía teniendo buenos resultados y el haber disputado tres finales en años pasados en dobles, me había dejado 'una espinita' de querer ganar un título. Esta vez en El Carmel, el haber derrotado a la siembra número uno (yo en lo personal nunca había jugado contra una pareja tan fuerte), el nivel que demostramos 'Nico' y yo nos hizo dar cuenta de que teníamos con qué ganarnos el torneo. Otro elemento muy importante fue el haber jugado en casa, con nuestro público, eso nos dio una dosis extra de confianza para afrontar la siguiente ronda y la final, últimamente".
¿Qué les pasó por la cabeza cuando vieron el 'fixture', sabían que tenían enfrentar a los indios en cuartos y después a la tercera siembra en semifinales?
"Nosotros en ningún momento vimos el cuadro completo y pensamos "nos toca contra la siembra uno". Simplemente era la primera vez que íbamos a jugar juntos, queríamos disfrutarlo y divertirnos, así fue como encaramos cada partido. Disfrutamos el momento, el estar en casa, estuvimos relajados y eso nos ayudó a jugar mejor".
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En específico, ese partido contra Sriram y Nedunchezhiyan (ex 64 del mundo y ganador de título ATP), ¿Cómo se prepararon para afrontar el partido, levantarse del 'tiebreak' perdido y salir a ganar el 'super tiebreak'?
"Entramos a la cancha pensando que teníamos que disfrutarlo, tratar de divertirnos y enfocarnos mucho en lo nuestro, sin pensar en ellos, que eran la siembra uno. Sabíamos que iban a jugar bien y el partido estuvo muy peleado. En el primer set, los cuatro jugamos muy bien, y ellos en el 'tiebreak' hicieron un par de bolas muy buenas que nosotros no pudimos igualar. Se llevaron el parcial, pero nosotros en ningún momento del partido tuvimos puntos de quiebre en contra, sabíamos que el partido estaba muy cerca, nos mantuvimos ahí y gracias a Dios en el segundo set nos dieron unas chances con su saque, con unas doble faltas y quebramos. En el 'super tiebreak' a mí se me dieron un par de puntos muy buenas que logré ganar, 'Nico también', y fue un partido de muy alto nivel y estaba para cualquiera".
Para su carrera como tenista, ¿Qué importancia tiene este título? Hace un año dijo en 'Match Tenis' que la situación no estaba fácil y que pensó en dejar el deporte.
"Yo creo que este es el mejor momento de mi carrera; aunque ha sido un año complicado en el cual el panorama no estaba siendo favorable. Estaba buscando donde entrenar, tener una base para controlar mis entrenamientos y no la estaba encontrando. No me estaba yendo muy bien con mi tenis, no me estaba sintiendo muy cómodo y en su momento llegué a pensar que no iba a jugar más, pero gracias a Dios encontré un nuevo equipo de trabajo con Juan Mateus (preparador físico) y con Juan Pablo Sánchez. Ellos me dieron una nueva confianza para creer en mí, mejorar mi tenis y creo que este trabajo se vio reflejado en este torneo".
Subió 417 puestos en el ranking de dobles, ¿Cómo recibió esta noticia y qué significado tiene integrar el Top 400?
"Empezar la semana con la noticia de que entré al Top 400 del ranking de doblistas fue excelente para mí. Yo había planificado a principio de año terminar entre los mejores 600, entonces estar entre los 400 me cambia los planes, me ayuda a proyectarme a torneos más grandes y me permite jugar más partidos en el circuito Challenger, que era mi idea".
¿Cuáles son sus objetivos a corto y largo plazo?
"A corto plazo me gustaría mejorar mi ranking de sencillos, porque ya que subí en el escalafón de dobles, me gustaría jugar más torneos Challenger en ambas modalidades (por ahora solo puede competir en dobles). Para lograrlo tengo que jugar algunos torneos Futuro. A largo plazo me gustaría encontrar una pareja con la cual me pueda consolidar y llegar a jugar los Grand Slams, es un sueño que yo tengo. Otro objetivo a largo plazo es jugar la Copa Davis".
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Otros doblistas de la talla de Juan Sebastián Cabal, Robert Farah y Horacio Zeballos ganaron este torneo, ¿Qué significa integrar ese grupo de campeones, ver que ellos pasaron por ahí y ahora están en la cima del circuito?
"Compararme con Cabal, Farah y Zeballos es un poco descabellado porque ellos están a otro nivel, pero Farah es un buen referente porque hizo los mismos pasos que yo hice (estudiar en la universidad y después dedicarse al tenis). Consagrarme a este nivel y ver que ellos también lo hicieron en algún momento es algo que me motiva a seguir y ojalá algún día pueda ser como ellos".
¿Cómo afrontaron la final y cómo controlaron los nervios?
"La final la confrontamos como los otros partidos, llegamos a disfrutarla, y como no hacerlo frente a tantas personas en Bogotá. Me acuerdo que mi entrenador me dijo antes del partido que con cada puntos que ganáramos el estadio se iba a caer. Pensé en eso, en ganar el mayor número de puntos posibles para que la gente disfrutara y nos apoyara. Eso me distrajo un poco en lo grande que era el momento y lo llevamos punto a punto. Poco a poco nos soltamos, se nos dio el tenis que buscábamos en la final y jugamos muy bien".
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