Quizás, antes del 2 y 3 de febrero de 2024, el nombre de Adria Soriano era desconocido para algunos. Sin embargo, todo cambió. Ahora, varios ya se familiarizaron con él. ¿La razón? No solo debutó en Copa Davis, defendiendo los colores de la 'tricolor', sino que, además, fue el encargado de poner la estocada final en la serie contra Luxemburgo. ¡Remontada épica!
Ahora, su historia es muy particular. En abril de 2023, tomó la decisión de cambiar de nacionalidad, ante la ATP. Nacido en España y con un acento muy marcado, ahora representa al combinado 'cafetero', ya que su mamá es colombiana. Ahora, no fue la primera vez que llevó la amarilla, azul y rojo, pues estuvo en los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile.
Su estilo es muy particular o, por lo menos, no pasa desapercibido. Mide 1,91 metros y es de tez morena, pero lo llamativo es su largo cabello crespo. Por eso, justo antes de empezar un compromiso, se toma su tiempo para recogerlo, hacerse la cola y poner una cinta en su frente. Así de fácil y sencillo es identificarlo. Este es Adria Soriano, la nueva joya del tenis.
En Caracol Sports, hablamos con él y nos contó detalles inéditos de sus inicios en el deporte, qué otras disciplinas practicó y por qué eligió el tenis. De igual manera, reveló por qué eligió a Colombia y no España como su país para representar a lo largo y ancho del mundo, donde espera dejar su huella y la bandera en alto. Adria Soriano sueña en grande y va por todo.
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¿Cómo llegó el tenis a su vida?
"Todo empieza en Colombia, en el club campestre de Bucaramanga. Un vecino me regaló la raqueta de tenis, pero nunca la usaba. La verdad es que tenía una de plástico con la que le iba a pegando a lo que tenía. Ahora, yo sí que era golfista. El palo de golf lo tenía desde mi primer año de nacido; la cosa es que en Colombia había golf, tenis, baloncesto, de todo. En una de esas, a los tres años, mi papá me envió con el profesor que había de tenis, pero, al inicio, no todo fue muy bueno".
Esos primeros entrenamientos no fueron los mejores...
"El pobre no me podía ni tirar la pelota porque yo no tenía fuerza para nada, lo único que hacía era entretenerme y, quizá, en alguna le pegaba. Isauro Núñez fue el que empezó, después tuve la suerte de tener una buena relación con su familia y el hijo, Wilmar, que es quien me acompaña mucho ahora en Colombia y hasta hay una foto por ahí también abrazándolo, fue quien me llevó por ese camino. Así fue como empezó el tenis, a lo loco prácticamente (risas) y se terminó dando todo".
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¿De qué manera se engancha con este deporte?
"Me dedicaba a estar casi seis horas en una pista de tenis y jugar, cuando iba al club que había en Colombia, porque, allí, no tenía nada más que hacer. Jugaba golf por la mañana y todo lo que venía a hacer con mi vida en la tarde era ir a jugar al tenis.
Daban clases, yo era el sparring en ese momento, también tenía un rol como recoge bolas, en fin, hacía lo que fuera con tal de esta ahí.
De esa manera, poco a poco, se fue dando todo, hasta llegar a este punto del profesionalismo".
Justamente, ¿en qué momento decide que será su profesión?
"A los 12 años, ya tuve que decidir qué deporte haría y la decisión implicaba hacerlo bien, es decir, el que elija no iba a ser porque sí, sino por pasión, y fue el tenis. Inicié en el centro de alto rendimiento, en la Federación Catalana, donde conocí a mis actuales entrenadores. Empezamos a entrenar todos los días, con cabeza, consciencia y constante. Ahí, dejé la escuela y entré a una para deportistas para unos mejores horarios y arrancó mi camino profesional. En la universidad, fue duro".
¿Por qué decide representar a Colombia?
"Toda persona con buen corazón y ganas de aportar a un país debe ser bien recibida, siempre que sus valores vayan de la mano. Al final, los valores colombianos se parecen a los españoles. Sí que son más pasionales en Colombia, y es bonito; es un país que enamora, atrae, te deja identificarte, no te cuesta sentirte parte de él, tú te llegas y te gusta todo, es increíble lo que ofrece. Entonces, no me cabe la menor duda de que el mayor honor que ser parte de un lugar como este, no exite".
¿Cuáles diferencias encuentra, entre España y Colombia?
"Siendo totalmente franco, en España, muchas veces no cuidan a sus deportistas. Este país es una máquina de sacar a los atletas y profesionales, entonces no se les valora o no los tratan de manera que deberían, y con razón porque, al final, sus métodos funcionan. Sin embargo, llegas a un país como Colombia y sientes que, al menos, el amor de la gente es único y su pasión también. Te siguen más, se vive mejor, notas que vas a ser tratado como un deportista y eso es lo que quieres".
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¿Y así es como lo ha vivido en este tiempo?
"Te tienen un respeto profesional y es lindo. En Colombia había beneficios, por donde se viera, entonces dije:
'¿Por qué ir a jugar por un país que no aprecia, si puedo hacerlo por otro que lo único que me dará será amor? Me aceptaron
, recibieron y dieron la oportunidad. Prueba de ello es que ya tuve la oportunidad de jugar en Copa Davis, que es único. Colombia te transmite cosas únicas. La pasión que se tiene, las chances que hay, como te comprenden, es algo indescriptible y lindo".
¿Ya siente el reconocimiento y el amor de la gente?
"Supongo que después de haber conseguido algo tan bonito como la Copa Davis, uno que otro que no me conocía, ya ha empezado a saber de mí, a seguirme y lo veo como algo espectacular. Al final soy un atleta y todo aquello en lo que pueda ayudar o inspirar o hacer que alguien se involucre más en el deporte, gracias a mí, es una alegría. Los roles de los atletas, aparte de forjar su vida profesional, un futuro a base de un deporte, también es impulsar que otros lo hagan y lo sigan".
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¿Ese puede ser su principal objetivo en su vida?
"Seguro. Si consigo que, a través de lo que hice, 20 personas más cojan una raqueta de tenis, es maravilloso. Que otros se involucren, lo veo como parte esencial. Que me pidan un autógrafo y poder darlo y, aún mejor, que me digan que he sido una inspiración, ese es mi sueño. Así es como lo veo, como una cosa súper bonita y buena, que la gente te conozca y, de paso, se involucre en algo porque le ha atraído lo que tú haces; ese es el objetivo verdadero de un deportista, para mí".
¿Qué aspiraciones tiene para Copa Davis contra Japón, en septiembre?
"El sueño, como equipo, es que todos crezcamos. Que los doblistas sean más estables, que, de por sí, para mí, ya hacen el trabajo bien, pero siempre se puede mejorar.
Que los singlistas, nos enganchemos un poco más, que le demos a fondo y que se pueda contar con nosotros para cualquier eliminatoria, a un nivel más alto.
Esto permitirá que la gente confíe más en el equipo que tenemos y que sea más estable, llamando siempre a los mismos, apuntando a rivales más elevados".
¿Y en lo personal?
"Mejorar el ranking, obviamente, vivimos de eso y va muy relacionado con el nivel en cancha. Este año, se apetece trabajar muy duro, sentir que estoy mejorando cada día y que a final de temporada, pueda decir que el Adria Soriano del 2025 va a ser mucho mejor que el del 2024 y ha hecho un trabajo tan bueno que el Adria del 2024 se ha quedado atrás de lo que ya soy ahora mismo. Diría que es un objetivo real, porque con el ranking cualquier cosa puede pasar y va abriendo puertas".
A largo plazo y hablando del ranking, ¿Cuáles son las metas?
"Lo que pretendo, de arranque es llegar al Top 100, esa es como la principal barrera que uno se pone en el inicio y lo que va dando pie para lo que se viene en la carrera. Claro, ojalá Top 50, pero sí tengo claro que lo principal es romper el límite de los 100 primeros del ranking. Esa se convierte en lo que te marca como tenista; es la más lejana a la que puedo aspirar ahorita. Después, se irá tanteando el terreno e iremos viendo qué pasa a partir de ahí que se abren nuevos horizontes".
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¿Qué torneos siguen en su calendario?
"Se van a jugar unos ITF Futures, creo que es importante sumar puntos, y si entro en algún Challenger lo más probable es que llegue a un mejor ranking. Creo que la Copa Davis fue una pizca de luz del trabajo que llevo haciendo hace meses y, ahora, con confianza de que eso de frutos, siendo constante y consiguiendo buenos resultados en estos torneos, cerca de Barcelona y poder volver a jugar Challengers todo lo posible, ese sería mi objetivo. Le apuntaré mucho al ranking".