La selección española arrancó con derrota ante Australia (92-80) el torneo olímpico de baloncesto de París 2024, en un partido que se disputó en el estadio Pierre Mauroy de Villeneuve-d'Ascq, en las afueras de Lille, sede de la fase de grupos de un campeonato que, a partir de cuartos, se decidirá en la capital francesa.
Los 27 puntos de Santi Aldama, máximo anotador del partido, y una valoración de +26, no evitaron la derrota de un equipo que perdió la batalla del rebote (46/32) y no tuvo su tarde desde el perímetro (12/37, un 32 por ciento). Ahora, en este encuentro, el capitán español, Rudy Fernández, marcó un hito al convertirse en el primer baloncestista de la historia en competir en seis Juegos Olímpicos.
No se pudo homenajear al jugador balear del Real Madrid con una victoria ante un rival que al fin se pudo tomar la revancha tras siete derrotas en los nueve enfrentamientos previos, incluidas algunas derrotas muy dolorosas como en el partido por el bronce de Río 2016 -por un punto- o en las semifinales del Mundial de China, tras dos prórrogas.
Pero la historia no gana partidos. Y Australia deseaba vengarse de su bestia negra, tal y como había expresado públicamente Jack Landale, uno de los nueve jugadores de su equipo que militan en la NBA y que fue el más destacado de los oceánicos con 20 puntos, 9 rebotes y una valoración de 28.
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Precisamente un triple de Landale, después de los tres primeros tiros libres anotados por Mills, daban una ventaja inicial de 6-0 para los 'aussies', respondida con un 'dos más uno' de Alex Abrines, que tuvo el honor de ser el primer anotador español del torneo.
En los primeros compases, España no acertaba con el tiro exterior y Dyson Daniels elevaba a nueve la ventaja oceánica, poco antes de que el espectacular Josh Giddey la ampliase a unos preocupantes 12 puntos rebasado el ecuador de un primer cuarto en el que los españoles acusaban el nerviosismo del debut con un Usman Garuba que acumulaba tres personales. A la primera pausa se llegó con un preocupante 31-21.
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El segundo acto se abrió con dos esperanzadores triples de Llull que tranquilizaron a su equipo. Poco después, la decisión arbitral en contra de Juancho provocó las iras del entrenador español, al que, por protestar, recibió una técnica.
Conforme pasaban los minutos, España parecía meterse en el partido, pero un triple de Aldama era contestado con otro de McVeigh para restaurar los ocho puntos de ventaja que llevaba Australia antes del descanso, al que se llegó con 49-42 para Australia, tras la canasta final de Lorenzo Brown, que no completó ni de lejos su mejor partido.
Landale abrió la reanudación con un poderoso mate que anunciaba las intenciones de venganza, pero Willy le sacaba poco después una personal y un tiro adicional y mantenía a su equipo con vida. Dos tiros libres de Aldama acercaban de nuevo a España y un triple de Abrines dejaba a la 'Familia' a un solo punto (54-53) de una Australia que volvía a ver fantasmas.
Más aún cuando a 5:51 para el final del tercer cuarto, un inconmensurable Aldama ponía por delante a España (56-54) por primera y única vez. Aunque ahí se quedó la cosa. Porque la racha roja no se prolongó y un triple de Daniels volvía a despejar las cosas para Australia. En unos momentos en los que no entraban ni las famosas 'mandarinas' de Llull, se llegó al acto decisivo con 69-60 en contra.
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Llull, recién renovado con el Real Madrid, volvía a destapar el tarro de las esencias, colocando al conjunto hispano a solo cinco puntos; y otro triple posterior de Aldama la acercaba de nuevo a cuatro (75-71).
Pero a partir de ahí, Australia reaccionó. Una canasta de tres de McVeigh volvía a estirar su ventaja a once, que se elevaron a tres tras otra anotación de Giddey (84-71) a menos de tres minutos para el final.
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Otro triple de Aldama fue contestado con dos de Mills y de Daniels; y Australia consumó su revancha para anotarse el primer partido de todo el torneo olímpico de baloncesto por 92-80 ante España, que jugará su próximo partido, en este mismo escenario, el próximo martes, contra la Grecia de Giannis Antetokoumpo.