A dos días del primer aniversario de la invasión rusa de Ucrania, el Comité Olímpico Internacional (COI) mostró este miércoles su "inquebrantable solidaridad" con los deportistas ucranianos, al tiempo que abogó por unir "al mundo entero" en una competición pacífica y por unos Juegos Olímpicos París 2024 que actúen como "catalizador para el diálogo" y "sirvan de ejemplo".
"Los Juegos Olímpicos no pueden evitar guerras y conflictos. Tampoco pueden abordar todos los retos políticos y sociales de nuestro mundo. Este es el ámbito de la política. Pero los Juegos Olímpicos", expresó el organismo en un comunicado, "pueden servir de ejemplo para un mundo en el que todos respeten las mismas reglas y a los demás. Pueden inspirarnos para resolver los problemas, tendiendo puentes que conduzcan a un mejor entendimiento entre las personas. Pueden abrir la puerta al diálogo y a la construcción de la paz de una manera en que no lo consiguen la exclusión y la división".
Esta declaración llega a un escenario deportivo internacional dividido ante la posibilidad, sugerida por el COI, de que rusos y bielorrusos sean readmitidos en las competiciones internacionales como deportistas neutrales, no como representantes de sus países.
Aunque las instituciones deportivas apoyan mayoritariamente la postura del COI, numerosos gobiernos, sobre todo los europeos, han mostrado sus reservas y han pedido que se aclare qué significa esa condición de neutralidad. Ucrania ha amenazado con boicotear los Juegos de París 2024.
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"El 24 de febrero de 2023 se cumple un año desde que Rusia invadió Ucrania con el apoyo de Bielorrusia: un año de guerra brutal, sufrimiento humano, matanzas y destrucción", dice el comunicado del COI. "Lo sentimos profundamente por el pueblo ucraniano, cuyo dolor y sufrimiento van más allá de lo imaginable. En este sombrío aniversario, el Movimiento Olímpico se une a los llamamientos en favor de la paz y está dispuesto a aportar su modesta contribución a cualquier esfuerzo de consolidación de la paz".
"El COI condenó esta guerra sin sentido en los términos más enérgicos desde el día de la invasión. Sin que se vislumbre el final de los combates tras un año de derramamiento de sangre, el COI reitera su condena de la guerra en Ucrania, que constituye una flagrante violación de la Tregua Olímpica que estaba en vigor en aquel momento, y de la Carta Olímpica. Por este motivo", añade, "el COI sancionó a los Estados y Gobiernos ruso y bielorruso, únicos responsables de esta guerra, de una forma sin precedentes: ningún acontecimiento deportivo internacional organizado en Rusia y Bielorrusia; ninguna bandera, himno u otro símbolo nacional desplegados (en competiciones deportivas); y ningún funcionario gubernamental o estatal acreditado para ningún acontecimiento deportivo internacional".
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Tras subrayar su "inquebrantable solidaridad con los deportistas ucranianos, que se han enfrentado día tras día a penurias indescriptibles", y recordar que más de 3.000 de ellos se han beneficiado de los fondos solidarios repartidos por el COI con el fin de que haya en los próximos Juegos Olímpicos "un equipo ucraniano potente", el Comité indica que "sigue comprometido con la misión de unir al mundo entero en una competición pacífica".
"En los Juegos Olímpicos, deportistas de 206 comités olímpicos nacionales diferentes conviven en paz en la Villa Olímpica. Los esfuerzos de consolidación de la paz necesitan diálogo. Una competición con deportistas que respetan la Carta Olímpica puede servir de catalizador para el diálogo, que es siempre un primer paso para alcanzar la paz", defiende el principal organismo del deporte mundial.
"Unidos en este espíritu olímpico, en este doloroso primer aniversario todo el Movimiento Olímpico reitera el llamamiento que hicimos hace un año a los líderes políticos del mundo: dad una oportunidad a la paz", concluye la declaración.