La lucha antidopaje en los Juegos Olímpicos de París se prepara desde hace meses y más de 1.000 personas se dedicarán a controlar a unos 4.000 deportistas durante la competición, siguiendo las directrices de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).
Esta agencia ha sido recientemente cuestionada por su actuación durante la cita olímpica de Tokio (2021) y, en concreto, por la gestión del caso de los nadadores chinos que dieron positivo pero no los sancionaron antes de esa edición de los Juegos.
Un desafío para la Agencia Internacional de Pruebas
La Agencia Internacional de Pruebas (ITA, por sus siglas en inglés), creada en 2018 y financiada en parte por el Comité Olímpico Internacional (COI), se encargará de los controles antidopaje en París-2024.
La ITA, que ya se había ocupado de esta tarea en Tokio y en los Juegos de invierno de Pekín en 2022, estará presente en la Villa Olímpica a partir del 18 de julio, una semana antes del inicio de los Juegos.
Publicidad
Desde mediados de abril, este organismo está en contacto con las federaciones internacionales y las agencias nacionales antidopaje para organizar controles específicos, en el momento adecuado.
"Si hay atletas que se dopan, lo harán antes de los Juegos Olímpicos, por lo que esa fase resulta muy importante", explica un portavoz de la ITA a la AFP.
Publicidad
Como las pruebas clasificatorias para los Juegos se terminan pocas semanas antes del evento, este organismo debe vigilar a los 40.000 deportistas que tienen posibilidades de estar entre los 10.000 que competirán en París.
El caso de la patinadora rusa Kamila Valieva, que dio positivo por trimetazidina y fue suspendida durante cuatro años, generó un gran revuelo durante los Juegos de Invierno de Pekín en 2022.
¿Cómo se deciden los controles?
Los controles se basan a partir de un seguimiento permanente y estos dependen de las competiciones, los pasaportes biológicos (que recogen los datos de cada atleta) o de posibles delatores o informadores, que pueden advertir sobre prácticas controvertidas.
Publicidad
Estos resultan más habituales en algunas disciplinas específicas, como la halterofilia, así como en los atletas procedentes de países lastrados por la corrupción.
Las pruebas también pueden focalizarse en algún deportista en concreto, si estos experimentan una mejora repentina y sospechosa de su rendimiento.
Publicidad
Hasta 4.000 de los 10.000 que habrá en París deberían ser controlados, según la ITA.
Los miembros de este órgano, según una fuente de los servicios antidopaje, tienen en el punto de mira a los nadadores chinos, salpicados por una investigación del New York Times y la cadena alemana ARD y que habrían dado positivo antes de los Juegos Olímpicos de Tokio.
300 controladores y 800 asistentes
Para tomar las muestras de orina o sangre, la Agencia Francesa de Lucha contra el Dopaje (AFDL) desplegará a unos 300 controladores.
Unos 800 asistentes, que serán voluntarios reclutados por los organizadores de París-2024, acompañarán a los atletas durante las pruebas de dopaje.
Publicidad
En total, habrá unas 50 estaciones de antidopaje, repartidas entre la Villa Olímpica y el resto de instalaciones de los Juegos Olímpicos.
Aquellos deportistas que no se hospeden en la Villa Olímpica, como los jugadores de básquetbol de Estados Unidos, deberán indicar sus respectivas localizaciones y podrán ser controlados en sus hoteles.
Publicidad
¿Dónde se envían las muestras?
El flamante laboratorio de Orsay, situado a unos 24 kilómetros al sur de París, recibirá las muestras y las examinará.
Una de las novedades de esa instalación, conforme con los nuevos estándares del antidopaje, consistirá en que podrán realizarse test genéticos.
Los Juegos Olímpicos de París "dejarán un legado" en materia de antidopaje, destacó la responsable de la AFLD, Béatrice Bourgeois.
La Agencia Mundial Antidopaje estará presente en la capital francesa a través de un programa de observadores.
Publicidad
Además, el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) dispondrá de una cámara efímera en París para eventuales litigios.