Frente a una estación de tren metropolitano al noreste de París, Manel Senni, jugadora de baloncesto en silla de ruedas, se prepara como cada lunes para realizar el imprevisible trayecto entre su casa y el gimnasio donde entrena desde hace dos años.
A menos de 500 días de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos París-2024, las dificultades de los deportistas que viven en la capital francesa dejan al descubierto las lagunas de accesibilidad del transporte público.
Gracias a rampas y ascensores, la joven de 25 años con espina bífida, una malformación congénita de la columna vertebral, accede al andén de la estación de cercanías en Noisy-le-Sec sin mayor problema.
Pero cuando llega el tren, unos 40 centímetros separan el vagón del andén. "Los [trenes] viejos tienen un escalón", explica. "Normalmente tendría que llamar a los agentes de la estación (...) y esperar a que vengan a poner una rampa".
Publicidad
Dispuesta a mantener su autonomía, Manel prefiere utilizar su "técnica": "Espero a que llegue un tren nuevo, que esté al mismo nivel que el andén", a riesgo de tener que dejar pasar varios.
Un segundo tren llega, esta vez accesible. Al abrirse las puertas, la joven levanta ligeramente las ruedas de su silla y sube con la agilidad de alguien que lleva toda la vida haciéndolo.
Publicidad
Una vez en la estación de destino, sale a la calle y se acerca a la parada del tranvía, que esa tarde no circula por obras. "¡Ah! Una vez más", se resigna con una sonrisa.
Por suerte el gimnasio donde entrena su equipo, el Paris Basket Fauteuil, queda a tan solo diez minutos "rodando".
"Este es uno de los trayectos más fáciles de mi semana", admite Manel, pese a que una "persona válida" lo podría haber completado en 20 minutos, y no en una hora.
Unos JJOO accesibles
A tan solo unos metros del gimnasio, un enorme estadio en construcción será la sede del bádminton y de otras pruebas de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París-2024.
Publicidad
"Se esfuerzan por organizar bien los Juegos. Sería genial que se centrasen también en el transporte, para que las personas con discapacidad puedan venir y desplazarse libremente", agregó Manel.
Unas 350.000 personas con discapacidad acudirán a una de las ciudades más turísticas del mundo durante estos eventos previstos entre julio y septiembre de 2024, de las cuales entre 2.500 y 4.000 por día en silla de ruedas, según las autoridades locales.
Publicidad
El Consejo de Europa señaló recientemente varias deficiencias en materia de derechos de las personas con discapacidad en Francia, citando entre otras la inaccesibilidad de los medios de transporte.
En el masificado e histórico metro de París, donde solo una línea es completamente accesible, los ancianos, las personas con bebés en carritos e incluso los turistas cargados de maletas sufren sus enrevesados pasillos e interminables escaleras.
Y los buses, 100% accesibles con rampas, tendrán complicado circular durante los Juegos por el centro de la ciudad, según explicó Île-de-France Mobilités, autoridad organizadora de los transportes en la región parisina.
Sin embargo, se prevé un dispositivo de lanzaderas entre las estaciones de tren parisinas y las sedes olímpicas, que los espectadores en silla de ruedas podrán reservar, así como un aumento de la flota de taxis adaptados.
Publicidad
El principal desafío será que "la coordinación de las distintas soluciones sea fácil y eficaz", admitió Pierre Rabadan, concejal del ayuntamiento encargado de los Juegos.
Además del transporte público, la asociación de defensa de las personas discapacitadas, APF France Handicap, señala otros "puntos de tensión" en los aeropuertos y en el número de alojamientos adaptados, 3.500 en la región parisina.
Publicidad
"El dispositivo tendrá que estar a la altura de los desafíos, de lo contrario muchas personas podrían tener dificultades", advirtió su director adjunto, Patrice Tripoteau.
Pero después de los Juegos, ¿qué quedará?
"Estaría bien que [los taxis y las lanzaderas] se convirtiesen en un servicio público", deseó en la radio RTL Sébastien Peytavie, diputado ecologista en silla de ruedas, subrayando que un boleto de metro cuesta unas diez veces menos que un trayecto en taxi.
El presidente francés, Emmanuel Macron, debate este miércoles con asociaciones e instituciones las políticas públicas sobre discapacidad durante una Conferencia Nacional, donde, según su entorno, podrían también abordarse los Juegos Olímpicos.
Publicidad