Sapporo es una de las grandes favoritas para albergar los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030 , pero su candidatura, ya criticada por una parte de la opinión pública nipona, podría irse al traste por las sospechas de corrupción relacionadas con los Juegos de Tokio.
En agosto, Haruyuki Takahashi, exresponsable de la organización de Tokio-2020, fue detenido por sospecha de soborno y la semana pasada salieron a la luz nuevas acusaciones en su contra, a medida que la investigación por corrupción va profundizando.
El escándalo no podía llegar en peor momento para Sapporo, ciudad al norte del país que ya organizó los Juegos Olímpicos de Invierno en 1972, y que se postulaba para repetir en 2030, a pesar de la competencia de Vancouver (Canadá) y Salt Lake City (Estados Unidos).
El alcalde de Sapporo, Katsuhiro Akimoto, y el presidente del Comité Olímpico Japonés (COJ), Yasuhiro Yamashita, estaban invitados a visitar la sede del Comité Olímpico Internacional en Lausana para hablar de su candidatura a mediados de septiembre.
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La semana pasada, la delegación canceló el viaje y Yamashita lo justificó por sus problemas de calendario. Akimoto dijo que no tenía "nada que ver con el caso de soborno que rodea a los JO de Tokio".
Pero la controversia ha ocupado los titulares en los principales diarios de Japón y los investigadores han aportado novedades al caso en los últimos días.
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La oposición a los
Juegos Olímpicos
aumenta
Takahashi, 78 años y exgerente principal del gigante japonés de la publicidad Dentsu, es sospechoso de haber aceptado sobornos a cambio de ayudar a algunas compañías a ser patrocinadores oficiales de la cita olímpica.
Miembros de la antigua y actual directiva de la cadena de trajes Aoki Holdings y de la empresa publicitaria Kadokawa también han sido arrestados.
Además, medios locales informan de que Takahashi ha afirmado que dio dinero al que fuera presidente de Tokio-2020, Yoshiro Mori, un antiguo primer ministro japonés.
La polémica ha hecho aumentar la oposición a los Juegos, que ya fue fuerte en el país cuando tuvo que organizar la cita olímpica hace poco más de un año en plena pandemia del covid-19.
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El diario Asahi Shimbun publicó recientemente un editorial en el que instaba a Sapporo a "poner en pausa" la candidatura de 2030 hasta que no haya finalizado la investigación de la corrupción.
Ese mismo medio pidió la anulación de los Juegos de Tokio apenas dos meses antes de su inauguración.
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Los expertos, no obstante, dudan de que este escándalo tenga un impacto final en la condición de candidata de Sapporo. Con cada vez más ciudades mostrándose reacias a gastar fortunas para ser sedes olímpicas, el COI no puede mostrarse demasiado quisquilloso en la elección para 2030.
'Es un problema político local'
"Si Sapporo se presenta, su candidatura es muy buena desde el punto de vista técnico", estima Michael Payne, director de marketing del COI entre 1989 y 2004, que jugó un papel esencial en la transformación financiera de los Juegos gracias a la colaboración con los patrocinadores. "Creo que ante todo se trata de un problema político local", añade.
Pese a los problemas, un sondeo realizado en la isla de Hokkaido, donde se ubica Sapporo, reveló que la población local está mayoritariamente a favor de los Juegos Olímpicos y las autoridades locales han descartado realizar un referendo.
Para Andrew Zimbalist, especialista en economia del deporte, el escándalo "seguirá siendo un problema en Japón", pero "desaparecerá de la memoria internacional".
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Según este experto, los responsables japoneses van "simplemente a admitir ante el COI que han tenido algunos actores nefastos, pero que van a hacer limpieza".
Decisión dentro de un año
Zimbalist considera también que los recientes cambios en los procesos de candidatura a los Juegos Olímpicos ayudará a Sapporo, porque los problemas no serán el centro de atención.
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Antes, las ciudades tenían que gastar fortunas para presentar sus candidaturas y rivalizar entre ellas por albergar una edición olímpica.
Actualmente, el proceso se lleva a cabo lejos de los focos públicos y existe cierta flexibilidad tanto en el número de candidatos como en la fecha de elección de la sede.
La única fecha límite es la de la confirmación, que será entre septiembre y octubre de 2023 durante la sesión del COI en Bombay (India).
"El COI no quiere volver a encontrarse en la situación en la que un país que acoja los Juegos Olímpicos no tenga un gobierno estable, una economía sólida y una meteorología fiable", explica Zimballist.
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"Y Sapporo tiene tantas ventajas que éstas pesarán más que el lejano recuerdo de los escándalos", concluye el experto.