El Kremlin dijo este miércoles que seguirá "defendiendo los intereses" de los deportistas rusos "de todas las maneras posibles", un día después de la recomendación del Comité Olímpico Internacional (COI) de reintegrarles en las competiciones internacionales bajo bandera neutral, a título individual y con la condición de que no hayan apoyado el conflicto en Ucrania.
"Continuaremos defendiendo los intereses de nuestros deportistas de todas las maneras posibles y proseguiremos con los contactos con el COI para proteger sus intereses", declaró a la prensa el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.
Según la recomendación del COI formulada el martes, los deportistas rusos y bielorrusos podrían, si las federaciones internacionales correspondientes lo validan, volver a las competiciones internacionales pero sin los símbolos de Rusia, "a título individual" y respetando las reglamentaciones antidopaje internacionales.
También necesitarán cumplir el requisito de no haber apoyado "activamente" el conflicto en Ucrania y no estar actualmente "con contrato" con el Ejército o los órganos de seguridad de Rusia.
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El Comité Olímpico Ruso denunció rápidamente unos criterios que considera "inaceptables" y "discriminatorios".
"Los principios del COI y de la ONU han sido burlados", lamentó el martes en una conferencia de prensa su presidente, Stanislav Pozdniakov, que exigió "condiciones iguales para los deportistas de todos los países".
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El COI no tomó una decisión final sobre la participación rusa y bielorrusa en los Juegos Olímpicos de París-2024, una cuestión delicada. Ucrania y otros países aliados han amenazado con un eventual boicot.
'Día de vergüenza'
Presionada desde hace semanas para clarificar su posición, la instancia olímpica había anunciado en diciembre pasado "explorar medios" para recuperar a los suspendidos del deporte mundial, tras haber recomendado su exclusión a finales de febrero de 2022, debido a la invasión de Ucrania por el ejército ruso, con el apoyo de Bielorrusia.
El COI, tras cuatro meses de consultas con el conjunto del mundo olímpico, eligió dejar a las federaciones internacionales y a los organizadores de las competiciones la responsabilidad primera de invitar o no a los deportistas rusos y bielorrusos, contentándose con "recomendaciones" para "armonizar su decisión".
El ejecutivo de la instancia sugiere de esta manera mantener la exclusión de todos los equipos rusos y bielorrusos y limitar el regreso a la competición a los deportistas "poseedores de un pasaporte ruso o bielorruso", que participen a título "individual", con bandera neutra, que "no hayan activamente apoyado la guerra en Ucrania" y que no tengan contrato con el ejército ruso o los servicios de seguridad.
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Sobre todo, la institución olímpica solo recomienda su regreso "con la condición de que pueda ser revocada por la federación internacional concernida".
Cuando las clasificaciones para los Juegos de 2024 ya han comenzado en algunas disciplinas, el COI, en cambio, "no ha abordado" hasta este martes la cuestión de la participación rusa y bielorrusa en los próximos Juegos, que puede ser explosiva, teniendo en cuenta las amenazas de boicot.
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La organización olímpica decidirá "en el momento apropiado, sin ninguna relación con los resultados de competiciones clasificatorias a los Juegos", anunció Bach.
La ministra alemana de Deportes fue la primera en reaccionar, denunciando que la recomendación del COI es "una bofetada a los deportistas ucranianos".
"El deporte internacional debe condenar con toda claridad la guerra de agresión brutal llevada a cabo por Rusia. Esto no se puede hacer más que excluyendo completamente a los atletas rusos y bielorrusos", dijo en un comunicado Nancy Faeser.
Más lejos fue el gobierno polaco, que aseguró que era "un día de vergüenza para el COI".
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"¿Ha pasado algo positivo del lado de Rusia para que sus deportistas participen en las competiciones? ¡Desde Bucha, Irpin, Gostomel! ¡Desde los bombardeos diarios a zonas civiles! Es un día de vergüenza para el COI", escribió en Twitter Piotr Wawzyk, viceministro de Exteriores.
La esgrima bajo presión
Para Bach, la participación de rusos y bielorrusos en el circuito profesional de tenis y en el ciclismo muestra que "ya funciona", incluyendo cuando deben enfrentarse a adversarios ucranianos.
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El dirigente alemán se apoyó en dos principios repetidos desde hace varios meses, "el rechazo de toda injerencia política en el deporte" y "la no discriminación de los atletas", lo que impide al COI excluir a rusos y bielorrusos únicamente por su pasaporte.
Sin una opinión muy clara en las últimas semanas, las federaciones internacionales han empezado a posicionarse. El pasado jueves World Athletics confirmó la exclusión "en el futuro próximo" de los deportistas de ambos países, cuando las pruebas de clasificación para los Juegos ya han comenzado.
Al contrario, la esgrima se convirtió el 10 de marzo en el primer deporte olímpico en reintegrarlos, a partir de abril y el comienzo de la clasificación, "bajo reserva de posibles recomendaciones y decisiones del COI".
Las primeras reacciones han ilustrado ya las dificultades a superar. El jueves la Federación Alemana de Esgrima renunció a la organización de una etapa de la Copa del Mundo de florete femenino, prevista en mayo en Tauberbischofsheim, considerando que habían "demasiadas cuestiones abiertas".
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Unos días más tarde la Federación Ucraniana anunció que boicotearía toda competición en la que participen rusos y bielorrusos, una amenaza que planea cada vez con más fuerza sobre los Juegos que comienzan en poco más de un año.