En Barranquilla, el principal puerto colombiano sobre el Caribe, comenzó a correr descalzo contra el viento. En Tokio, Anthony Zambrano llega como candidato al oro de los Juegos Olímpicos en los 400 metros planos, lo que sería una hazaña inédita para un sudamericano.
Atención: Anthony Zambrano clasificó a la final de los 400 metros planos.
A sus 23 años el hijo de Maicao, un punto desértico, limítrofe con Venezuela, ha sido albañil y bicitaxista. Cuando se entusiasmó con el atletismo, siendo todavía un adolescente, corrió con los pies desnudos, no por mística, sino por necesidad, el motor de los sueños de muchos deportistas colombianos.
Pero ahora Anthony Zambrano quiere pasar a la historia como el primer atleta de la región en ganar una prueba olímpica de velocidad.
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Delante está un histórico de la disciplina: el sudafricano Wayde Van Niekerk, plusmarquista mundial de los 400 metros en Rio-2016 (43.03 segundos) y quien busca demostrar que sigue siendo el rey tras una lesión en la rodilla que lo apartó de las pistas entre 2017 y 2020.
Aunque la marca personal de Zambrano (44.15) aún está lejos de la del vigente campeón, el presente respalda la ilusión del colombiano.
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En 2021 solo se bajó de lo más alto del podio en la reunión de la Liga de Diamante en Catar, donde fue segundo. Ganó el Memorial Carlos Gil Pérez en España, la parada de la Liga de Diamante en Italia y, a finales de junio, se quedó con el meeting de Madrid, superando a Van Niekerk en la recta final para firmar una marca de 44.51 segundos, la mejor de su temporada.
"Soy un rival muy fuerte, no soy débil. Para poderme ganar tienen que luchar. Si ellos no me ganan en los 300 metros, 350, que se olviden, que eso me lo llevo yo", alardeó Anthony Zambrano, huérfano de padre por la violencia, en el canal de YouTube del Comité Olímpico Colombiano.
Vigente campeón panamericano, Anthony Zambrano está llamado a relevar a la bicampeona del BMX, Mariana Pajón (29 años), y a la medallista de oro en salto triple, Caterine Ibargüen (37 años), como máxima figura olímpica de su país.
Anthony Zambrano quiere ser una estrella de los Juegos Olímpicos
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En Madrid, Anthony Zambrano no tuvo compasión de su diezmado rival africano en la antesala del mano a mano que se vivirá en los Juegos Olímpicos.
También deberá medirse con los estadounidenses Randolph Ross y Michael Norman, candidatos al oro.
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El colombiano llega a la cita con unos Juegos Olímpicos a cuestas. En 2016 compitió en los 400 metros por relevos, aunque su equipo no clasificó a la final.
"En Río hice las cosas bien, pero no fue perfecto porque yo era joven, me faltaba chispa y entusiasmo (...) pero entonces me puse la meta de ir a los siguientes Juegos Olímpicos", contó al sitio web de Tokio-2020.
Aunque nació en Maicao, Anthony Zambrano se hizo atleta en Barranquilla, donde creció entre la necesidad y se divertía siendo futbolista. Entonces, el entrenador Juan Cervantes lo invitó a probarse en la pista atlética.
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Siendo juvenil, fue séptimo en los 400 metros en el Mundial de menores de 2015 en Colombia y un año después ocupó el sexto lugar en la cita mundial Sub-20 de Polonia.
Fue bicitaxista, albañil, pintor y mecánico, a la par que se ejercitaba descalzo en el estadio Metropolitano de la ciudad caribeña, pues su madre, recuerda ella, "no tenía la capacidad (económica) para comprarle un par de zapatos para entrenar".
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En 2019 conquistó los Juegos Sudamericanos y la plata del Mundial de Catar, única medalla para Colombia en una prueba de velocidad de la cita internacional. "Yo no hablo mucho porque me gusta dar sorpresas", advierte Anthony Zambrano, admirador de Usain Bolt.
Los triunfos lo han alimentado, pero el gran banquete está en Japón.
"Se cerró completamente a su entrenamiento (...) ahora mismo se está enfocando solo en su sueño, lo que él más anhela es esa medalla en Tokio", relata a la AFP su mamá, Miladis Zambrano.
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