Kenia es un país de peso en los Juegos Olímpicos gracias al atletismo, pero en las ediciones de invierno su papel es muchísimo más discreto, con apenas dos representantes en su historia. Sin embargo, ahora sueña con poder enviar un equipo de curling a la próxima edición de este evento deportivo.
La falta de hielo, en ese país africano de clima ecuatorial, no es el más pequeño de los obstáculos a superar en el camino hacia esos Juegos Olímpicos de Invierno dentro de cuatro años, que tendrán lugar en Italia, en Milán y Cortina d'Ampezzo.
La única pista de patinaje del país tuvo que cerrar por la pandemia del COVID-19. El equipo nacional de curling, formado en octubre de 2021, ha tenido que improvisar desplazando las famosas piedras de granito sobre el hielo con sucedáneos con ruedas sobre el suelo de un gimnasio.
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"Como somos apenas el segundo país africano en jugar al curling, podemos tener una oportunidad para clasificarnos a los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026. Eso sí, también dependerá de nuestra preparación y del apoyo del gobierno", afirmó la presidenta de la Federación Keniana de Curling (KCF), Laventer Oguta, en diálogo con ‘AFP’.
Por su parte, Kate Caithness, presidenta de la Federación Internacional de Curling (WCF por sus siglas en inglés), también destacó el trabajo de este país africano y catalogó su inscripción a la entidad deportiva que dirige como una "motivación para otros países de ese continente".
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No obstante, el camino no será fácil para la Federación Keniana de Curling, que ha tenido problemas con la pandemia por falta de recursos hasta el punto de tener que recurrir a una colecta para poder entrenar en el extranjero de cara los campeonatos Pacífico-Asia, organizados para el mes de noviembre.