Hace pocas horas, se dio a conocer que la patinadora artística Kamila Valieva dio positivo “a la trimetazidina” en un test realizado el 25 de diciembre pasado en el campeonato nacional de su país, en San Petersburgo, por la agencia antidopaje rusa (Rusada).
Esta situación la dio a conocer en un comunicado la Agencia Internacional de Control (ITA por sus siglas en inglés), organización encargada de los controles antidopaje durante los Juegos Olímpicos, este viernes, de acuerdo con ‘AFP’.
Ahora, está en vilo la participación que tenía Valieva el próximo 15 de febrero, pero esta situación da pie para conocer algunos de los casos de dopaje más recordados en la historia de los Juegos Olímpicos.
- La muerte de Jensen -
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En 1960, el ciclista danés Knud Jensen se cayó en plena canícula durante la carrera en ruta de los Juego de Roma y luego murió en el hospital. Su entrenador reconoció que le había dado una dosis alta de estimulantes.
Su muerte, seguida por la de Tom Simpson en el Tour de Francia de 1967, incitó al Comité Olímpico Internacional (COI) a dotarse de una Comisión Médica y a abordar la cuestión de una lista de productos prohibidos.
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Los primeros controles antidopaje de los Juegos Olímpicos se realizaron en 1968, en las ediciones de Grenoble (invierno) y México (verano).
El primer descalificado fue un competidor sueco de pentatlón, Hans Gunnar Liljenwall, por uso de alcohol.
- El 'shock' de Ben Johnson -
En 1998, el canadiense Ben Johnson impresionó con su victoria en los 100 metros con un crono de 9 segundos y 79 centésimas, que era nuevo récord mundial. Superó a la estrella estadounidense Carl Lewis.
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El anuncio en la misma noche de su control positivo por estanozolol (esteroide anabolizante) provocó un inmenso escándalo, de una magnitud sin precedentes en plena fiesta olímpica, y rompió su carrera.
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- Del oro a la cárcel -
En el año 2000, el lanzador de peso estadounidense C. J. Hunter se vio vetado de participar en los Juegos de Sídney tras haber dado positivo por nandrolona, mientras que su esposa Marion Jones conseguía allí cinco medallas, tres de ellas de oro.
Siete años más tarde, presionada por la justicia de su país, la velocista estadounidense reconoció haber tomado esteroides fabricados por el laboratorio Balco. El COI le retiró todas sus medallas y sus mentiras le llevaron a pasar seis meses en prisión en 2008.
- Falso accidente -
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En 2004, los atletas velocistas griegos Costas Kenteris y Ekaterini Thanou, que eran respectivamente el vigente campeón olímpico de 200 metros y la vigente subcampeona olímpica de 100 metros, se inventaron un accidente de moto después de haberse perdido un control antidopaje por sorpresa en la víspera del inicio de los Juegos de Atenas 2004, con el apoyo de dos supuestos testigos y de siete médicos que habían justificado su permanencia en el hospital.
Su rocambolesca historia marcó también una era de intensificación de los controles, destinada a cerrar el círculo en torno a los tramposos y reforzada por la conservación de las muestras para reanálisis futuros: Sídney 2000 detectó así 24 casos de dopaje, Atenas 2004 (36), Beijing 2008 (84) y Londres 2012 (136).
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- El culebrón ruso -
En 2014, Los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi, fastuosos, fueron un triunfo deportivo para los anfitriones rusos, que acabaron en lo alto del medallero con 33 podios y 13 oros.
Pero dos años después, el exdirector del laboratorio antidopaje de Moscú confesó que hubo un sistema estatal de trampas durante esos años, reconociendo haber manipulado muestras de orina de deportistas rusos con ayuda de los servicios secretos, para reemplazarla por orina "limpia" de dopaje almacenada previamente.
A finales de 2017, el COI decidió descalificar a 43 competidores rusos en Sochi y retirarles 13 medallas, pero a principios de 2018 el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) absolvió a 28 de esos deportistas por "pruebas insuficientes".
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Tras este nuevo escándalo, con la falsificación de los datos del laboratorio antidopaje de Moscú, Rusia fue suspendida a finales de 2020 para poder participar con sus símbolos nacionales y como país en los Juegos Olímpico de Tokio y en los de Beijing de 2022 (Invierno), pero deportistas rusos podrán competir bajo bandera neutral si han estado limpios de dopaje.
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