El boicot diplomático a los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022 anunciado ya por varios países, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido o más recientemente la India, en protesta por los abusos contra los derechos humanos en el gigante asiático, no afecta a la participación de los deportistas, como sí ocurrió en los cinco grandes boicots de la historia olímpica.
El pasado 6 de diciembre Estados Unidos confirmó que no enviaría a ningún representante diplomático a los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022, aunque señaló que los atletas estadounidenses sí participarían en la cita. A la decisión estadounidense se sumaron Reino Unido, Australia y más recientemente, la India.
A lo largo de la historia de los Juegos Olímpicos, la acción política ha boicoteado la participación de sus deportistas en cinco ediciones.
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El primer gran boicot a unos Juegos Olímpicos se produjo en 1956 en Melbourne (Australia). Países como España, Suiza y Holanda justificaron su decisión en la invasión de Hungría por parte de la Unión Soviética.
China Continental faltó por el reconocimiento de Formosa y Egipto, Irak y Líbano basaron su ausencia por la presencia de Francia, Gran Bretaña e Israel, que luchaban por el dominio del Canal de Suez.
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En 1976, en los Juegos de Montreal, la participación del equipo de rugby de Nueva Zelanda en una gira por Sudáfrica, país que estaba fuera del COI por el "apartheid", llevó a una veintena de países africanos a solicitar la exclusión de la delegación neozelandesa.
Finalmente, los países africanos, a los que se sumaron Irak y Guyana, no participaron. Poco antes, la presión africana llevó al COI a retirar también la invitación a la segregacionista Rodesia (hoy República de Zimbabue).
Cuatro años después, en los Juegos de Moscú en 1980, la invasión rusa de Afganistán, que se había producido el año anterior, y las aspiraciones a la reelección del presidente James Carter condujeron a Estados Unidos a encabezar la protesta occidental.
No estuvieron tampoco Alemania, Canadá y Japón, mientras que otros como los españoles desfilaron bajo bandera olímpica y un nutrido grupo de países no participó en la inauguración.
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En 1984, en la cita olímpica de los Los Ángeles, el bloque socialista encabezado por la entonces Unión Soviética, no asistió alegando inseguridad para sus deportistas, después de que en octubre anterior EEUU hubiera invadido la isla de Granada. No obstante, Rumanía y la ya extinta Yugoslavia rompieron la disciplina del bloque del Este.
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El último boicot a unos Juegos se produjo en 1988, durante la cita de Seúl, en Corea del Sur, cuando su vecina Corea del Norte renunció a participar dos semanas antes de la inauguración por cuestiones políticas. A Corea del Norte se sumaron Cuba, Nicaragua, Albania y Etiopía.