El golfista español Jon Rahm recuperó el número uno del circuito de la PGA con un emocionante triunfo en el Genesis Invitational, el torneo que Tiger Woods hospeda en Los Ángeles (California) y en el que hizo su reaparición tras siete meses de inactividad.
Rahm, que ya había sido líder del ranking mundial entre julio de 2021 y marzo de 2022, le arrebató esta distinción al estadounidense Scottie Scheffler y elevó el décimo título de su carrera, tres de ellos en este fulgurante inicio de temporada.
"Alcanzar esta marca de dos dígitos de victorias es increíble. Y hacerlo en un campo con este legado, esta historia y organizado por Tiger Woods es un verdadero honor. Realmente no puedo explicarlo", declaró radiante Rahm a su salida del Riviera Country Club.
Publicidad
Con este triunfo, el español se une al propio Woods y a Justin Thomas como los únicos jugadores en los últimos 40 años en ganar al menos tres de los seis primeros torneos en los que participan en una temporada.
Rahm, vencedor en enero en Hawái y La Quinta (California), consiguió esta hazaña tras salir airoso de un trepidante mano a mano con el estadounidense Max Homa en la ronda final.
Publicidad
A medio recorrido, el español había perdido la ventaja de tres golpes con la que arrancó la jornada y llegó a estar por debajo de Homa cuando cometió uno de sus tres bogeys en el hoyo 12.
El estadounidense, el otro golfista más en forma del momento también con dos triunfos este año, ya había vencido en 2021 en este campo, que se encuentra a solo 30 kilómetros de su natal Burbank.
Pero Homa no tardó en dar aire a Rahm con un bogey en el 13º y ya no pudo más que cerrar la ronda con pares mientras el español embocaba un birdie desde 14 metros en el 14º y sentenciaba el triunfo con otro en el 16º con un espectacular golpe de salida que le dejó a menos de un metro de la bandera.
Publicidad
- "Es la dirección correcta" -
Antes de la batalla final de Rahm y Homa por el trofeo y el premio de 3,6 millones de dólares, los aficionados del Riviera Country Club despidieron a lo grande a su ídolo Tiger Woods, que finalizó en el puesto 45º (-1).
El astro bajó el nivel respecto a su brillante tercera ronda y firmó una última tarjeta de 73 golpes (+1) pero se mostró satisfecho con haber podido completado un torneo por primera vez desde el Masters de Augusta del año pasado.
Publicidad
"Esto es progreso, es la dirección correcta", aseguró el estadounidense, de 47 años. "Mi equipo ha estado fantástico recuperando mi cuerpo día a día y preparándome para jugar todos los días".
"Esa es la parte difícil que no puedo simular en casa. Aunque jugara cuatro días en casa, no es lo mismo que la adrenalina, intensidad, concentración que se necesita para jugar a este nivel", dijo Woods, que no competía desde el Abierto Británico del pasado julio.
Woods deslumbró el sábado con su mejor ronda (67 golpes, cuatro bajo par) desde el accidente automovilístico de 2021 que le causó graves lesiones en la pierna derecha que le dificultan caminar.
Publicidad
El ganador de 15 torneos de Grand Slam saltó el domingo al campo luciendo una camiseta con su tradicional color rojo de las jornadas decisivas, cubierta esta vez por un chaleco oscuro, y vivió un arranque positivo firmando un birdie en el hoyo inicial y salvando el par con apuros en el tercero.
Pero Woods no tardó en lucir problemas con el putt y acumuló en toda la jornada cinco bogeys y tres birdies en un campo donde ha logrado ganar.
Publicidad
"Esto fue un progreso, pero obviamente no gané. Mi mala racha continúa aquí", dijo el ultracompetitivo Woods, que reiteró su intención de jugar los cuatro torneos de Grand Slam del año, el primero de los cuales es el Masters de Augusta de abril.
"Como ya dije, no voy a jugar más que probablemente los 'Majors' y quizás un par (de torneos) más", afirmó. "Eso es todo lo que mi cuerpo me permite hacer. Con todas las cirugías que tuve en mi espalda, mi pierna como está, simplemente no puedo. Ese será mi futuro".