El español Jon Rahm expresó este domingo su orgullo por coronarse con el primer Masters de su carrera en el 40 aniversario del segundo triunfo en Augusta de su compatriota Severiano Ballesteros, en el día de su cumpleaños y en el domingo de Pascua, algo para él "increíblemente importante".
"No sé dónde estaría sin él. Hacerlo (ganar el Masters) en el 40 aniversario de su victoria, en su cumpleaños, en el domingo de Pascua, es increíblemente importante para mí", afirmó Rahm en al ceremonia de entrega de la chaqueta verde de campeón del Masters.
"Sé que Ballesteros me animaba hoy (domingo)", agregó.
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Rahm reconoció que le costaba encontrar palabras para describir sus emociones y consideró que en el hoyo trece empezó a creer en sus opciones de triunfar en el Augusta National.
"Phil Mickelson y Jordan Spieth hacían 'birdies' e iban fuerte. Quería estar seguro de no ponerme en una situación difícil en el hoyo 10, 11 y 12. Luego en el 13 empecé a atacar. No hay un sólo momento en el que empecé a creer en mis opciones, pero el 13 fue el comienzo de eso", aseguró.
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Tras su par en el hoyo 18, Rahm celebró el título con su mujer, sus hijos y su familia. También intercambió un sentido abrazo con José María Olazábal.
"No me acuerdo todo lo que me dijo. Me dijo que es el primero de muchos más. Creo que si la conversación hubiera durado más ambos terminaríamos llorando. Me gusta que se repita la historia", afirmó.
Rahm recibió a continuación, de la mano de Scottie Scheffler, la chaqueta verde de campeón.
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Rahm se proclamó campeón del Masters de Augusta, el primer 'grande' de la temporada y uno de los torneos más importante del golf mundial, al acabar con un acumulado de doce bajo par y cuatro golpes de ventaja sobre Brooks Koepka.
Rahm, de 28 años, ganó el segundo grande de su carrera, tras el Abierto de Estados Unidos de 2021 y destronó en Augusta a Scottie Scheffler, campeón en 2022.
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El de Barrika llegó a la cuarta ronda con dos golpes de desventaja respecto a Koepka, pero disputó una vuelta excelente y su tarjeta de 69 golpes le entregó la gloria eterna en el golf.
Es el cuarto español en vestir la chaqueta verde en Augusta, tras Severiano Ballesteros, José María Olazábal y Sergio García. Es, además, el segundo español capaz de ganar dos 'grandes' distintos, después de Ballesteros, doble campeón del Masters y triple campeón del Abierto Británico.