La Fiscalía de Wuppertal (oeste de Alemania) ha presentado los cargos contra los tres investigados por el caso de chantaje al expiloto de Fórmula 1 Michael Schumacher.
Entre los tres acusados se encuentra un portero de discoteca y su hijo y un antiguo empleado de seguridad de la familia del heptacampeón del mundo de automovilismo.
Según la investigación, el que fuera trabajador de la familia de Schumacher puso a disposición del portero grabaciones privadas para chantajearlos.
Los presuntos autores hicieron varias llamadas para extorsionar a la familia Schumacher con 15 millones de euros o, de lo contrario, publicarían archivos y material privado, obtenido y suministrado por el propio exempleado, en la red oscura.
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En el momento de la primera detención, en junio, se incautaron de hasta 1.500 documentos, entre fotografías, vídeos e informes médicos del alemán en discos duros, memorias USB y teléfonos móviles.
El portero de discoteca involucró a su hijo en el momento del arresto (fue el primer detenido), el cual fue puesto en libertad bajo fianza y con requisitos de presentación de informes, mientras que fue el padre quien reveló a investigadores la identidad de la persona que les había hecho llegar los documentos de Schumacher.
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Dos semanas después, este sería detenido en su apartamento de Wülfrath (Renania del Norte-Westfalia) y le confiscaron más dispositivos electrónicos con material sensible del siete veces campeón del mundo de Fórmula 1.