Por ahí dicen que "el padre es el primer héroe de un hijo" y lo que sucede con Sebastián Montoya y Juan Pablo puede ser la fiel prueba de ello. Luego de la enorme huella que dejó el piloto bogotano en la Fórmula 3000 Internacional, CART IndyCar World Series, Fórmula 1, NASCAR, entre otras categorías del automovilismo, el legado parece continuar y de qué manera.
Con tan solo 17 años, 'Sebas' está haciendo su camino y, poco a poco, escribe algunas páginas en su fructífera carrera, que parece estar destinada a grandes cosas, al menos así se lo contó su padre a Caracol Sports, en una entrevista exclusiva, en la que habló de la relación personal y profesional con su hijo, los objetivos a corto y mediano plazo y muchos otros temas.
"Con Sebastián tenemos una cosa clara en el trabajo y es que, cuando estamos en la pista, yo no soy el papá. Cuando soy el 'coach', le digo las cosas como son, así se moleste. De pronto, ahora no lo entiende, pero sabe qué hay que mejorar. Él cree mucho en mí. Es muy divertido esto que estamos viviendo", afirmó Juan Pablo, haciendo referencia a cómo llevan todo.
Y es que si bien existe un vínculo familiar, ambas partes entienden que, cuando se trata de trabajo, hay que dejar eso a un lado para ponerse en los papeles de deportista y entrenador, con el fin de aconsejar, escuchar, regañar si es necesario, abrir los ojos y demás; esto con el objetivo de cumplir las metas que tienen planteadas y por las que están luchando día a día.
Publicidad
"A corto plazo, lo que se quiere es seguir trabajando en lo que está haciendo, que es bueno. Eso sí, hay que tener paciencia porque habrá buenas y malas semanas, pero el enfoque grande con él es terminar el año de la mejor manera y, el próximo correr ya Fórmula 3 de la FIA; estamos en el proceso de conseguir todo esto", expresó, con un tono de orgullo por él.
Pero no se conformarán con esto. Así como, en su momento, Juan Pablo Montoya llegó a la Fórmula 1, la máxima categoría del automovilismo, ganándose ese lugar a pulso, destacándose, consiguiendo importantes victorias, marcando a toda una generación y siendo uno de los mejores deportistas de la historia de nuestro país, quieren repetir y mejorar esta historia.
Publicidad
"Honestamente, Sebastián está entre dos y tres años del pico para tener una buena oportunidad de entrar a Fórmula 1. Ahí vamos. Hace un buen trabajo, pero estamos en el punto donde necesitamos de la empresa privada y su apoyo para seguir, porque cada año es más caro, pero estamos en eso y seguimos echándosela toda", dijo, casi que haciendo una petición.
Nada ha sido fácil. Los esfuerzos son grandes y, por eso, se hace necesario ese 'empujón' para, en muchos casos, poder dar el salto de calidad. Por fortuna, "el Ministerio del Deporte se ha portado espectacular, ayudando a Sebastián; también lo ha hecho Claro, dando una mano importante", pero se necesita más apoyo y respaldo para continuar por esta senda.
Mientras esto sucede y se siguen tocando puertas, Sebastián Montoya no se guarda ni una sola gota de sudor, ni esfuerzo ni sacrificio, siempre dando lo mejor de sí. No hay otra alternativa. Para ver resultados, se necesita de trabajo, dedicación y demás virtudes que marquen la diferencia con los demás y te lleven a lugares que, para algunos, puedan ser imposibles.
"El otro día, él estaba muerto, luego de Silverstone. Llegamos casi a la 1:00 de la mañana, nos encontramos con Connie, su mamá, en Madrid, tocaba viajar a Italia, camino a Mónaco, durmió cinco horas y otra vez estaba en otro avión, iba muerto y le dije que es lo que hay, que tuviera paciencia, que tratara de dormir y descanse", contó, con una leve sonrisa en su rostro.
Publicidad
¿Ha habido momentos complejos? Claro. ¿No todo ha sido color de rosas? Es verdad. ¿Por momentos se pueden pensar en desfallecer? Seguramente. Sin embargo, están decididos a batallar y hacer lo que esté al alcance y más. Además que este proceso tiene un plus por el hecho de hacerlo entre hijo y padre, lo cual termina siendo "bueno, divertido y muy especial".
"Cuando hemos corrido juntos, no hemos estado de buenas, pero él es rápido e inteligente. La última vez le dije que estaba quizá ofuscado, entonces que tuviera calma. Además, yo también estaba algo ofuscado, al estar a cargo de la ingeniería del carro, así que hubo estrés, pero solo quiero que le vaya bien a Sebastián; hay que trabajar y ser dedicados", sentenció.
Publicidad