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Juan Pablo Montoya, tras ganar en la Fórmula 1
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Juan Pablo Montoya, entre los recuerdos, logros y su papel como padre, 'coach', piloto y referente

¿Cree ser el mejor deporista colombiano de la historia? ¿Cuándo volveremos a ver un piloto nacional en la Fórmula 1? ¿Cuáles son los objetivos con su hijo Sebastián? De esto y más, hablamos con el destacado deportista.

Si les decimos que vamos a hablar de un deportista por el que millones de colombianos madrugamos o trasnochamos para verlo correr, ¿Saben de quién se trata? O si les contamos que ganó los grandes premios de Mónaco, Silverstone, Interlagos y Monza, ¿Ya pueden descifrar su nombre? Bueno, si aún tienen dudas, les presentamos a Juan Pablo Montoya, un hombre que, a pulso, no solo supo escribir su historia llena de gloria, sino que cuenta con páginas doradas que son recordadas.

Nacido el 20 de septiembre de 1975, este bogotano es el fiel ejemplo de que cuando algo que se quiere, anhela y desea con mucha fuerza, todo es posible. Empezó a hacer sus pinitos, como popularmente se dice, en nuestro país, abriendo camino, gracias a sus excelentes resultados, hasta el punto en que su nombre sonó con mayor frecuencia en el mundo automotor; algo grande venía en camino y si bien algunos eran conscientes de ello, la mayoría no dimensionaba lo que se avecinaba.

Tocar puertas y que, en la mayoría de los casos, se las cerraran, no era para nada agradable. Sin embargo, jamás bajaron los brazos y decimos "bajaron" porque su padre, Pablo Montoya, quien se destacó como piloto colombiano en las décadas de los años ochenta y noventa, fue pieza fundamental, clave y, prácticamente, el gran responsable de que disfrutáramos de este grande del deporte nacional e internacional, como lo es Juan Pablo, alguien que no se cansó de brillar por años.

Luego de haberse hecho un lugar en nuestra tierra, dio el salto, arribando a la Fórmula 3000 Internacional, pasando por la CART IndyCar World Series y arribando a la Fórmula 1, donde, como podrán recordar, fue el momento justo en el que nos hizo vibrar, emocionar, gritar, saltar, llorar y cuanta emoción se pueda nombrar en este listado. Y es que fue todo un ícono para muchas generaciones. De hecho, en la actualidad, se sigue hablando y seguirá nombrando a Juan Pablo Montoya.

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Su impacto en aquella época fue tal, que cuando llegaban fechas como Halloween, era normal ver a los niños disfrazados con los uniformes de Target, Williams o, incluso, de McLaren Mercedes. Para que, quizá, se puede dimensionar mejor todo lo que alcanzó, no es ninguna casualidad que sea visto o, por lo menos, sea ternado en la lista de los mejores deportistas de Colombia. Una completa locura y que pueden llegar a terminarse los adjetivos para describir y explicar esto que hizo.

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Juan Pablo Montoya, piloto colombiano, en BMW Williams
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Pero regresando a su carrera, tras ese paso brillante en Fórmula 1, arribó a la NASCAR, donde también hizo historia y luego regresó a la IndyCar Series, corrió Sport prototipos e incluso, en la actualidad, a sus 46 años, sigue compitiendo. Y es que, su legado es tan enorme, que contar con su presencia en una competencia es un honor, ese mismo que tuvimos en Caracol Sports al poderlo entrevistar para hablar de diferentes temas, del pasado, presente y futuro, con su hijo, Sebastián.

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¿Es consciente de su impacto en el deporte nacional y mundial?
"La verdad que no. Sé que he hecho un buen trabajo y que la gente me puso atención, pero nunca corrí con el fin de dejar una huella. En la actualidad, estoy más preocupado por la carrera de Sebastián y lo que hace. Estamos trabajando con él y se buscan cosas por aquí, por allá, uno el otro, se tocan puertas, se mira todo, en fin, ha sido bastante divertido esto".

Ya que habló de Sebastián, ¿En cuál faceta se tiene mayor responsabilidad: padre, entrenador o piloto?
"(Risas) Todas. Son complicadas porque, como piloto todavía necesito que me vaya bien y quiero que me vaya bien porque eso me ayuda a pagar la cuenta de Sebastián (risas), entonces es importante. Por otro lado, la posición de papá hay que ser responsable y, por el otro, de 'coach' de Sebastián, es mucho viaje y trabajo, pero debo ser sincero que estoy contento".

Desde su rol de padre, que se preocupa y demás, ¿Cómo vivió el fuerte accidente de su hijo, en el Gran Premio Imola en la Fórmula Regional Europea?
"No, para nada, cero drama, la verdad. De hecho, me acuerdo que al otro día le dije: 'ah, pero no te diste tan duro', a lo que me respondió '¿Cómo que no? Reboté sobre las llantas' y yo ni cuenta me había dado de eso (risas), pero eso es parte de lo que se vive en esto. Siempre hay riesgo, pero hay que hacerlo. La preocupación principal es cómo andar más rápido".

Y ya los autos son más seguros, basta solo con recordar lo sucedido con Guanyu Zhou, en el Gran Premio de Fórmula 1 en Silverstone...
"Sí, total. Los carros, en la actualidad, si bien son más pesados, se debe decir que son muchísimo más seguros. De hecho, siempre he dicho que es más peligroso andar en la calle que en el carro de carreras (risas)".

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¿Algún consejo que hubiera recibido de su padre y no hubiera acatado, pero que, ahora, usted le de a Sebastián?
"Con Sebastián tenemos una cosa clara en el trabajo y es que, cuando estamos en la pista, yo no soy el papá. Cuando soy el 'coach', le digo las cosas como son, así se moleste, pero es la verdad. De pronto, ahora, no lo entiende, pero sabe qué tiene que mejorar. Él cree mucho en mí y ya entiende más de lo que le digo. Es muy divertido esto que estamos viviendo".

¿Cómo ha sido correr juntos?
"Bueno y divertido. No hemos estado de buenas, pero él es muy rápido e inteligente. La última vez le dije que estaba quizá ofuscado, entonces que tuviera calma en la carrera. Además, yo también estaba algo ofuscado porque estaba a cargo de la ingeniería del carro, así que hubo estrés, pero solo quiero que le vaya bien a Sebastián; hay que trabajar y ser dedicados".

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¿Cuáles son los objetivos a corto y mediano plazo con Sebastián?
"A corto plazo, lo que se quiere es seguir trabajando en lo que está haciendo que es bueno. Eso sí, debe tener un poco de paciencia porque habrá buenas y malas semanas, pero el enfoque grande con él es terminar este año de la mejor manera posible y, el próximo año, correr ya Fórmula 3 de la FIA y, obviamente, estamos en el proceso de conseguir todo esto".

La anterior pregunta también era para saber, en su opinión, ¿Qué tan lejos estamos de volver a ver a un colombiano en la Fórmula 1?
"Honestamente, Sebastián está entre dos y tres años del pico para tener una buena oportunidad de entrar a Fórmula 1. Ahí vamos, en un buen punto. Él hace muy buen trabajo, pero estamos en ese punto donde vamos a necesitar mucho apoyo de la empresa privada para seguir porque cada año es más caro, todo sube, pero estamos en el proceso de echársela toda".

¿Ha sido complicado el tema del apoyo de la empresa privada?
"Es duro, pero sí tenemos gente que nos ha ayudado. Debo decir que el Ministerio del Deporte se ha portado espectacular con nosotros, nos ha ayudado siempre con Sebastián y a mí, que fue muy bueno. Claro también nos está dando una mano importante. Ahí vamos poco a poco, consiguiendo gente que se una a Sebastián, con el fin de apoyarlo y que sigamos".

Continuando por ese tema, vimos que usted y Sebastián se unieron a Unicorn Hunters, ¿Qué es, cómo será y cuál es su papel?
"Ellos tienen un programa de televisión que es estilo 'Shark Tank', pero no buscan el producto, sino compañías grandes que tienen potencial para volverse inmensas y están sacando la criptomoneda que se llama Unicoin y la idea de esta moneda es que les den dividendos sobre los negocios que ellos hacen. Es una muy buena manera de entrar a las inversiones."

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Termina siendo entonces una buena oportunidad para más de uno y un beneficio mutuo...
"Cuando la compañía crezca, la moneda también, todo va subiendo y, a diferencia de la criptomoneda común, es que uno sabe de dónde viene y quien está detrás. Esto es una oportunidad para la imagen de Sebastián y la mía, incluso para seguir creciendo el nombre de Montoya, con el apoyo de muchas empresas, que se necesitará para que crezca la oportunidad de volver a ver un colombiano en la Fórmula 1".

Semanas atrás surgió la posibilidad de que Colombia albergara un Gran Premio de Fórmula 1, ¿Qué tan lejos o cerca estamos de esto?
"Honestamente, no sé qué ha pasado. Creo que sí se hubieran quedado callados, estarían más cerca, pero como todo buen colombiano quieren sacar la chiva. Sin embargo, la posibilidad todavía existe y sería espectacular, ya que si bien vale mucha plata hacer esto, también es verdad que trae turismo, hoteles, comida, restaurantes, ingresos, nombre y reconocimiento".

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Además de lo anterior, ¿Qué impacto tendría en nuestro país?
"Si se llega a dar, a Colombia lo vuelven a poner en el mapa y ya lo conocen mucho por turístico. La gente podría quedarse en Cartagena que es espectacular, o en Barranquilla que ha crecido muchísimo. La idea no es descabellada. La gente dice que vale mucho, pero lo que podría traer de beneficio, va a ser superior a lo que va a costar, en mi opinión personal".

Entonces, ¿Nos ilusionamos?
"Puede ser una cosa real, creo que todavía está en juego y, obviamente, no estoy dentro del grupo que está hablando con la Fórmula 1 y no he preguntado mucho, pero las posibilidades sé que existen. Sin embargo, como buenos colombianos, la gente dice que no, no creen, en fin, pero es real. Fue como conmigo, no esperaban que un colombiano llegara a Fórmula 1 y vea".

Salgamos del automovilismo para entrar en el ciclismo, deporte que lo hemos visto practicando, ¿Ha visto el Tour de Francia?
"¿Le digo la verdad? Este año, el Tour de Francia no lo he visto porque no he tenido un día libre. Estoy viajando. Tuve un día libre y fui al gimnasio en la mañana y, por la tarde, 'eché bolitas de Golf' y ya. Hemos tenido que viajar, ir a un lado, al otro, que España, Italia, Mónaco, Inglaterra, en fin. Ha sido un corre corre muy grande, entonces no ha habido tanto tiempo".

Son sacrificios que hay que hacer, pero ¿Cómo entiende eso Sebastián?
"El otro día, Sebastián estaba muerto, luego de Silverstone. Llegamos a la 1:00 de la mañana, nos encontramos con Conny en Madrid y tocaba viajar a Italia, camino a Mónaco y durmió cinco horas y otra vez estaba montado en otro avión, estaba muerto y le dije que es lo que hay, que tuviera paciencia, que tratara de dormir, suelte el teléfono en la noche y descanse".

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¿Por qué Juan Pablo Montoya debe ser el mejor deportista colombiano de la historia?
"(Risas) No sé. Siempre corrí para dejar el nombre de Colombia en alto; he sido orgulloso de ser colombiano y, la verdad, yo creo que, en mi gama de automovilismo, de lo que llegué a hacer y lo que me he ganado a escala, muy poquita gente lo ha hecho. Llegué a la Fórmula 1, gané en NASCAR, en Indy, en fin, varios logros importantes que, por ahora, nadie tiene".

Sumado a las carreras ganadas...
"Gané las carreras que, comparado con ciclismo es como ganarse el Giro de Italia y el Tour de Francia, y me lo gané muchas veces. Gané Mónaco, dos veces Indianápolis, Daytona, Le Mans, entonces, en mi gama de automovilismo, probablemente sí soy el mejor, pero como deportista general en Colombia no lo sé, habría que ver muchos otros factores sobre el tema".

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¿Cuál sería la duda en ese caso?
"Creo que cada uno en su profesión, por ejemplo Mariana Pajón lo que ha hecho en BMX es increíble, igual que lo de Egan Bernal, Rigoberto Urán, entre otros, cada uno, en su elemento, ha hecho cosas increíbles y considero que nos merecemos, hasta cierto punto, el mismo respeto y mérito porque son gamas diferentes. Quién ha sido mejor o peor es irrelevante".

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