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Travis Kelce, jugador de los Kansas City Chiefs, y la cantante Taylor Swift.
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Taylor Swift se robó las miradas por su romántico beso con Travis Kelce, jugador de los Chiefs

En las finales de conferencia de la NFL, los Chiefs vencieron a los Ravens pero el show se lo robó Taylor Swift, al entrar al campo y compartir con su pareja.

Los Kansas City Chiefs de Patrick Mahomes vencieron el domingo 17-10 a los Baltimore Ravens y jugarán su cuarto Super Bowl de los últimos cinco años ante los San Francisco 49ers, que lograron una espectacular remontada ante los Detroit Lions. Kansas City, que tuvo el apoyo en la grada de la cantante Taylor Swift, pareja del 'tight end' Travis Kelce, tendrá la oportunidad de ser los primeros en revalidar título desde los New England Patriots de Tom Brady entre las temporadas 2003 y 2004.

Kelce terminó con 116 yardas terrestres y un touchdown y batió el récord de recepciones en postemporada que poseía hasta ahora Jerry Rice con 151.

Tras el triunfo, Taylor Swift bajó al césped para felicitar a Kelce con un beso y un largo abrazo. La gran incógnita ahora es si la diva del pop estará presente en el Super Bowl, ya que un día antes tiene programado un concierto en Tokio.

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La final de la liga de football americano (NFL) del 11 de febrero en Las Vegas será así una reedición de la que los Chiefs ganaron en 2020 a los 49ers, que volverán a pugnar por su primer título en tres décadas.

Los Chiefs se impusieron con claridad a los Ravens en la final de la Conferencia Americana gracias a una férrea defensa y al liderazgo de Mahomes, que se impuso a Lamar Jackson en un duelo de 'quartebacks' ganadores del premio MVP.

Rob Carr/Getty Images
Kansas City Chiefs vs Baltimore Ravens en la NFL.
Rob Carr/Getty Images

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El otro boleto a Las Vegas lo sacaron los San Francisco 49ers con un taquicárdico triunfo 34-31 ante los Detroit Lions en la final de la Conferencia Nacional.

San Francisco, primer sembrado, tenía una desventaja de 17 puntos al medio tiempo pero su 'quarterback' Brock Purdy, de solo 24 años, comandó después un parcial de 27-0 ante el colapso de unos Lions que siguen sin clasificar a un Super Bowl.

Detroit había ofrecido en la primera mitad una clase magistral de juego terrestre.

Su experimentado mariscal de campo, Jared Goff, facilitó tres touchdowns que colocaron un asombroso 7-24 en el marcador al descanso.

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