El ciclista alemán Lennard Kamna (Bora) ganó este domingo la novena etapa de la Vuelta a España, entre Cartagena y el Collado de la Cruz de Caravaca, tras la que Sepp Kuss (Jumbo) sigue líder de la general.
Kamna se impuso en solitario en el alto del Collado por delante del italiano Matteo Sobrero (Jayco), que entró a varios segundos del ganador, y al australiano Chris Hamilton, siendo los tres parte de la escapada del día.
El alemán del Bora se une con su victoria al selecto grupo de corredores que han logrado ganar una etapa en las tres Grandes Vueltas.
"Estoy feliz de estar de regreso en el podio y conseguir esta victoria", afirmó Kamna tras la carrera, declarándose "supercontento de haber ganado etapas en las tres Grandes Vueltas".
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El estadounidense Sepp Kuss (Jumbo) sigue al frente de la general, tras una etapa en la que la climatología obligó a congelar los tiempos a 2,05 kilometros de la meta.
Kuss aventaja al español Marc Soler (UAE) en 43 segundos y al francés Lenny Martinez (Groupama) en 1 minuto 2 segundos.
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"Ha sido un día nervioso, con muchísimo viento, pero creo que lo he salvado muy bien. Todos mis compañeros me han dejado impresionado por su actuación", afirmó Kuss, tras la jornada.
"Final complicado"
La etapa, muy movida por el viento que afectó a los corredores durante buena parte del recorrido, empezó a todo tren cuando en medio de caídas y abanicos se formó una fuga en la que se metió la casi totalidad del Jumbo-Visma, incluidos Kuss, Primoz Roglic y Jonas Vingegaard, obligando al pelotón a trabajar para reintegrarlos al grupo.
La docena de fugados fue alcanzada en las rampas del puerto Casas de la Marina la Perdiz, a 137 km de la meta, donde antes de coronar se inició la nueva fuga de la que saldría el ganador.
Los ocho fugados, entre ellos, el ecuatoriano Jonathan Caicedo (Education First) o el español Jon Barrenetxea (Caja Rural), llegaron a tener más de ocho minutos de ventaja sobre el pelotón, donde Jumbo-Visma tomó las riendas.
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Ninguno de los fugados representaba un peligro para los aspirantes a la general y el pelotón les dejó hacer permitiéndoles llegar por delante al exigente Collado de Caravaca de la Cruz, donde Lennard sorprendió a sus acompañantes a 4,5 km para cruzar en solitario la meta.
Sus compañeros de fuga trataron de seguir su rueda, pero acabaron rindiéndose en las duras rampas de entre el 15 y el 20%.
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"El final era complicado, había subidas y bajadas... era difícil encontrar el momento para dejar a los otros corredores", explicó el vencedor del día.
Por detrás, Roglic esprintó para intentar arañar unos minutos en el punto donde la organización anunció que se congelarían los tiempos, para luego dejar paso a una calma chicha.
En un día en el que se esperaban fuertes lluvias, que finalmente no se presentaron, los ciclistas prefirieron no arriesgar en los últimos kilómetros, donde el agua que había caído antes de su llegada había creado un poco de barro en la llegada.
El lunes tendrá lugar la primera jornada de descanso antes de la contrarreloj individual de 25,8 km del martes en Valladolid.
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