El estadounidense Sepp Kuss ganó este domingo la Vuelta a España tras la 21ª etapa entre el Hipódromo de la Zarzuela, en las afueras de Madrid, y el centro de la capital, que ganó al esprint el australiano Kaden Groves.
Kuss entró en la meta de Madrid abrazado a sus dos compañeros del Jumbo-Visma Jonas Vingegaard y Primoz Roglic, que ocuparán el segundo y el tercer puesto del podio, respectivamente.
El equipo neerlandés completó así un triplete histórico al ganar las tres Grandes Vueltas en una misma temporada después de que Vingegaard ganara su segundo Tour de Francia y Roglic se llevara el Giro de Italia.
El Jumbo-Visma celebró este hecho vistiendo este domingo en esta última etapa de 101 km un maillot negro con tres franjas amarilla, rosa y roja, como símbolo de los colores de los líderes del Tour, Giro y Vuelta.
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"Es increíble. Creo que hoy fue la etapa en la que más sufrí durante toda la carrera, ahora me alegro de que haya terminado", dijo Kuss, tras la etapa.
"Es algo que te cambia la vida. Creo que me acordaré de esta experiencia con muchos recuerdos divertidos", añadió el flamante ganador de La Vuelta, asegurando que "todavía lo estoy asimilando, creo que esto me tomará un tiempo".
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La Vuelta se cerró con una etapa final que se reveló más movida de lo que se esperaba cuando el pelotón entró en el circuito urbano madrileño, al que tenían que dar nueve vueltas.
"Tenía la sensación que sería una etapa rápida cuando he visto a todos los corredores que se preparaban para atacar. He sufrido más hoy de lo que lo hice en Angliru", dijo Kuss.
Evenepoel no puede
A falta de 45 km para la meta saltaron los alemanes Nico Denz, Lennard Kamna y el portugués Rui Costa, a los que se unieron pronto otro pequeño grupo entre los que se encontraban Kaden Groves y Remco Evenepoel.
El belga del Lotto-Soudal, ganador el pasado año y que hace tiempo había renunciado a la victoria final, aspiraba a cerrar su participación con un nueva victoria de etapa.
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Evenepoel, que se perfilaba como el gran competidor para los líderes del Jumbo-Visma, finalmente se conformará con sus tres victorias de etapa y el maillot de la montaña.
El pequeño grupo de fugados logró tener hasta 30 segundos de ventaja sobre el gran grupo, que aceleró por detrás de ellos, hasta lograr capturarlos a menos de un kilómetro para la meta.
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Evenepoel saltó para tratar de sorprender pero se llevó a su rueda a Groves, que acabaría teniendo mejores piernas para hacerse con su tercera victoria de etapa, tras haber ganado también en los esprint de las cuarta y quinta etapa.
"Nos hemos vigilado todos y eso ha significado que el pelotón nos ha cogido. Pero sabía que cuando estoy en un esprint puedo sacar un pequeño extra y que Remco se lanzara en los últimos centenares de metros ha sido una gran ventaja para mí", dijo Groves.
Por detrás y más tranquilamente llegaron el ganador de la Vuelta y sus compañeros, todo sonrisa tras la hazaña lograda.
Podio completo
El Jumbo-Visma no sólo logró el triplete en las tres Grandes Vueltas, sino que también es el primer conjunto que logró copar los tres puestos del podio en la Vuelta desde que lo hiciera en 1966 el equipo Kas-Kaskol en 1966.
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La victoria final es una hazaña también para Kuss, habitual gregario convertido de repente en rey de la poderosa formación neerlandesa.
El segundo estadounidense en ganar la Vuelta desde que en 2013 lo hiciera Chris Horner se había vestido de rojo en la 8ª etapa de la Vuelta poniendo más confusión en un equipo que había llegado a la vuelta sin jefe de filas designado entre Roglic y Vingegaard.
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Tras varios días de incertidumbre, finalmente el director del Jumbo, Richard Plugge, decidió que Kuss sería el elegido para la victoria final.