Utrecht, la ciudad neerlandesa que le puso ambiente al inicio de la Vuelta a España 2022

La bicicleta es una religión en los Países Bajos tanto para cualquier tipo de desplazamiento como para disfrutar del ciclismo y la 77ª edición de la Vuelta a España se ha apuntado a esta fiesta permanente del deporte de las dos ruedas.

El broche de oro a este arranque por segunda vez en la historia de la Vuelta a España en Países Bajos, el primero fue en 2009 en Assen, lo ha puesto con su victoria el equipo local, el Jumbo Visma, a priori uno de los favoritos antes del comienzo de los 23,3 kilómetros por la calles de Utrecht a lo que ha sumado la estrategia de vestir a un ciclista neerlandés como primer líder de la prueba, Robert Gesink a sus 36 años.

Además Utrecht celebra este 2022 su noveno centenario desde que el emperador Enrique V le reconoció el estatus de ciudad, un reconocimiento que la convirtió en una de las primeras ciudades de Países Bajos.

Las horas previas al comienzo de la etapa, con salida y llegada en un radio de poco más de un centenar de metros, eran un hervidero de gente que se ha confirmado a lo largo de todo el recorrido con ánimos permanentes para todos los veintitrés equipos participantes.

Utrecht ha preparado con esmero el ser punto de partida de la carrera española para convertirse en la primera ciudad que acoge una salida de las tres grandes, Giro de Italia (2010), Tour de Francia (2015) y la Vuelta a España inicialmente previsto para 2020 pero la pandemia del Covid lo pospuso dos años.

Galerías de arte con diversa obra gráfica dedicada específicamente a la Vuelta a España, los comercios con reclamos diversos en recuerdo de este deseado inicio y todos dispuestos a ver el pelotón ciclista con un amplísimo abanico de candidatos a hacerse con el maillot rojo final el próximo 11 de septiembre en Madrid.

A pesar de las dudas por la recuperación de la lesión vertebral que le obligó a abandonar el pasado Tour de Francia, el esloveno Primoz Roglic, vencedor de las tres última ediciones, no ha podido empezar de la mejor manera y además siendo magnánimo con su compañero Gesink.

De haber tenido lugar el comienzo en otro escenario, el ex saltador de esquí, que ha pisado en segundo lugar la línea de meta, habría seguido vestido del rojo al que tan acostumbrado está en la carrera española.

Los equipos volaron por un recorrido que no deparó ninguna sorpresa negativa en forma de caída para ningún ciclista, aunque el ecuatoriano Richard Carapaz (Ineos Grenadiers), que este mismo viernes anunció que en 2023 defenderá los colores del EF Education First, anticipó antes del inicio de la carrera que era "muy técnico".

Los tres primeros equipos clasificados, Jumbo Visma, Ineos Grenadiers y Quick Step-Alpha Vynil, rodaron a una media por encima de los 56 kilómetros por hora y entre el vencedor y los nueve últimos clasificados se registró una diferencia de más de un minuto.

Esta contrarreloj por equipos marcó las primeras diferencias entre los principales favoritos, en algunos casos muy escasas como Carapaz o Remco Evenepoel (Quick Step Alpha Vynil) a 13 y 14 segundos respectivamente, mientras que el resto ya supera el medio minuto como Simon Yates (Bike Exchange), Jai Hindley (Bora Hansgrohe) y Enric Mas (Movistar) a 31, 41 y 43 segundos.

Las diferencias no son definitivas, pero para más de uno recuperar el tiempo cedido en estos 23,3 kilómetros supondrá un esfuerzo adicional.

La última vez que se disputó una contrarreloj por equipos fue en la edición de 2019, en las espectaculares salinas de Torrevieja (Alicante). La Vuelta a España sin embargo ya se ha mostrado dispuesta a mantenerla en el itinerario y ha anunciado que para el 2023, en la salida de Barcelona, volverá a repetir la apuesta.