El estadounidense Sepp Kuss (Jumbo-Visma), nuevo líder de la Vuelta a España, se mostró muy contento con el resultado de la octava etapa, inmejorable para su equipo, con el triunfo de Primoz Roglic y la camiseta roja para él.
“No sé si estaba pensando más en la etapa o en la general. Lograr la roja era una posibilidad, pero me sentía bien y pensé en probarlo mientras siguiéramos siendo mayoría en el grupo de delante. Era una muy buena etapa para Primoz Roglic y me comentó que quería ir a por ella. A pie del puerto ya estaba listo para arrancar también, pero me dije: ‘deja que lo pruebe yo primero’", explicó.
Tras probar un ataque en solitario, Kuss pasó apuros para llegar a meta, pues el ritmo del grupo aumentó con el duelo entre Roglic y Evenepoel.
"He sufrido hasta llegar a la cima, pero ha sido increíble ver a Primoz ganar la etapa y luego, al cruzar la meta, darme cuenta de que también yo tendría la roja. Ha sido muy guay. Veremos hasta dónde puedo llegar", señaló.
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Kuss estrenará una nueva faceta como corredor, que es la de ejercer de líder. Aunque no cuenta con mucha ventaja, el ciclista de Durango (Colorado) resistirá todo lo que pueda dentro de un equipo en el que ahora hay tres líderes: Roglic, Vingegaard y él.
"No tengo tanta ventaja, especialmente con una contrarreloj por delante. Pero daré lo mejor de mí. Me he sentido muy bien hasta ahora y no hay ningún motivo para dejar ir el liderato fácilmente. Las etapas más duras están por delante, y por ahora estoy contento de poder vestir este maillot", subrayó.
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Kuss sabe que a partir de ahora tendrá más responsabilidad y más tensión.
"Normalmente, me gusta ir más relajado en el pelotón y ahora tendré que ir en cabeza. Eso será algo nuevo", concluyó.