El esloveno Primoz Roglic (Jumbo-Visma) sin llegar a desmenuzar el plan que tienen en su equipo para conseguir el objetivo de ganar las tres grandes en un solo año, dejó claro que ahora cuentan con "tres opciones y quizás venga alguna más" y por eso decidirán lo que harán "todos juntos".
"Es especial tener el líder y con Jonas (Vingegaard) y por supuesto Sepp (Kuss) decidiremos el plan. Siempre buscamos lo mejor para el equipo", explicó tras sumar su undécima etapa en sus cinco participaciones, algo que ha repetido en cada una de esas Vueltas.
El esloveno reconoció que en la carrera se encuentra a gusto porque "me gusta todo lo que hay, con la gente alrededor y eso me hace muy feliz".
Tras poder disputar el esprint a Remco Evenepoel, algo que no pudo hacer en el primer final en alto en la estación andorrana de Arinsal, Roglic aseguró que "ahora puedo estar todavía más relajado. Ha sido bonito".
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También recordó que está "contento de haberme recuperado después de la caída que sufrí el segundo día. Ahora estoy disfrutando y yendo día a día".
A pesar de las quejas de Remco Evenepoel (Soudal Quick Step) de no tener claro de que estaban esprintado por la victoria de etapa se mostró rotundo al afirmar que "sabía que esprintaba para ganar" y por eso también felicitó a "los compañeros que hicieron un trabajo increíble, trabajando para perseguir a una fuga muy fuerte. No tenía otra opción que ganar la etapa".
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De la ascensión al Xorret de Catí, que era la primera vez que la hacía y no la conocía, comentó que se trata de "una subida dura", y para la llegada jugó sus bazas porque "tenía las piernas para conseguirlo".
El exsaltador de esquí no quiso pronunciarse sobre si Remco Evenepoel es el rival más fuerte que van a tener. "No sé decir. Una gran vuelta son tres semanas y todavía queda mucho y en la Vuelta hay muchos hombres peleando por la general".
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