El australiano Kaden Groves (Alpecin Deceuninck) mantiene su idilio con la Vuelta a España y en un año especialmente poco productivo, en Ourém (Portugal), se ha reencontrado con la victoria un año y un día después de ganar la última etapa de la edición de 2023 en Madrid.
"La Vuelta es una carrera difícil tanto por el recorrido como por la montaña. Por eso, lograr esta victoria es una buena recompensa para mí", dijo tras sumar su decimoséptimo triunfo en su carrera deportiva y su quinta etapa en la Vuelta.
"Es una gran manera de empezar esta Vuelta. Ha sido un año duro para mí, todavía no había conseguido ganar. Vine súper motivado para cambiarlo, y tengo que agradecer a mi equipo por su gran carrera hoy. Mi plan original no era ir a rueda de Wout van Aert, pero mis dos lanzadores, Edward (Planckaert) y Maurice (Ballerstedt), han tenido problema con sus bicicletas, así que les he echado de menos en la parte final. En condiciones normales, creo que Wout me habría seguido a mí en el final, y ha acabado siendo al revés", explicó.
Sobre la falta de resultados esta temporada, el australiano explicó que apenas ha podido competir por la lesión que tuvo en primavera y por eso a la carrera española ha llegado "muy motivado" y aunque no tendrá muchas opciones, "las mejores oportunidades están al principio" para volver a pelear por la victoria su intención es "acabar y llegar a Madrid y si puedo meterme en alguna fuga".
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Graves era consciente de que en Ourém tenía una de sus mejores opciones de alcanzar su objetivo. "El equipo ha venido para trabajar para mí, a pesar de que es un recorrido muy difícil, por eso sentía una gran presión", añadió
También ha recordado que al Giro de Italia llegó a un buen nivel, pero "no fue suficiente para batir a Jonathan Milan y Tim Merlier".
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