En la segunda etapa de la Vuelta a España 2024, el australiano Kaden Groves, del equipo Alpecin Deceuninck, se impuso en un emocionante esprint final, celebrado al término de los 194 kilómetros que separaban las localidades portuguesas de Cascais y Ourém. La potencia de Groves en el tramo final fue insuperable, superando al belga Wout Van Aert (Visma) y al también australiano Corbin Strong (Israel Premier Tech), quienes ocuparon el segundo y tercer lugar respectivamente. Con este resultado, Van Aert, aunque no logró la victoria en la etapa, se enfundó la camiseta roja de líder de la clasificación general gracias a la bonificación obtenida.
La etapa también fue notable por la destacada actuación de dos ciclistas españoles que lograron colarse en el top 10: Pau Miquel, del equipo Kern Pharma, quien finalizó en cuarto lugar, y Jon Aberasturi, del Euskaltel, quien cruzó la meta en séptima posición. Para Groves, esta victoria representa su quinto triunfo en la Vuelta, reafirmando su reputación como uno de los esprinters más veloces del pelotón internacional.
La jornada no estuvo exenta de desafíos. El equipo Visma sufrió la baja de Dylan Van Baarle debido a una caída, pero el infortunio fue contrarrestado con la alegría de ver a Van Aert como nuevo líder de la general, con una ventaja de tres segundos sobre el estadounidense Brandon McNulty y de cinco segundos sobre el checo Mathias Vacek. Entre los principales contendientes al título, Primoz Roglic se sitúa en la sexta posición, mientras que ciclistas de la talla de Enric Mas, Carlos Rodríguez, Richard Carapaz, Adam Yates y Mikel Landa se mantienen a unos 30 segundos del líder.
La etapa se desarrolló con un fuerte viento inicial, lo que auguraba la posibilidad de abanicos en la carretera. Apenas salieron de la lujosa localidad de Cascais, dos corredores, Ibon Ruiz y Luis Ángel Maté, se lanzaron en una fuga temprana, enfrentándose al primer puerto del día, el Alto do Lagoa Azul. Con una ventaja de más de tres minutos sobre el pelotón, la escapada se consolidó, y Maté, apodado "el lince marbellí", a sus 40 años, mostró su determinación en su año de despedida del ciclismo profesional.
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La carrera también fue un tributo a la historia del ciclismo portugués, pasando por lugares emblemáticos como Torres Vedras, cuna del legendario Joaquim Agostinho, y Caldas da Rainha, hogar de Joao Almeida, quien recibió una cálida ovación de los aficionados. Sin embargo, la fuga fue neutralizada a 53 kilómetros de la meta, justo antes de la ascensión al Alto da Batalha.
En los kilómetros finales, el Bora de Roglic aumentó el ritmo, preparando el terreno para un esprint masivo en las calles de Ourém. Groves, sin la ayuda de sus lanzadores, logró imponerse en un emocionante final, sumando su 17ª victoria como profesional. Ahora, la Vuelta se prepara para su tercera etapa, que llevará al pelotón de Lousã a Castelo Branco en la última jornada en tierras portuguesas.
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