En la Vuelta a España cada mínimo detalle cuenta, en busca de conseguir el título de la competencia y así se demostró en la etapa 14 de la competencia. Cuando el pelotón se encontraba realizando el descenso de Puerto de Leitariegos, el esloveno Primoz Roglic sufrió una falla mecánica en su bicicleta y eso encendió las alarmas al interior del Red Bull Bora Hansgrohe.
Sin embargo, el bombero de apagar el fuego fue el colombiano Daniel Felipe Martínez, quien ante el problema que sufrió el líder de su escuadra, no tuvo ningún problema para cederle su bicicleta y así minimizar las pérdidas, en un momento donde la carrera ya estaba lanzada en el descenso.
Y es que a lo largo de la ronda ibérica, Martínez Poveda ha asumido el rol de gregario y no ha decepcionado. En algunas fracciones se ha colocado al frente del lote para dejar cortados a sus rivales. En esta ocasión, fue clave para que Roglic no perdiera distancia con sus principales rivales.
Luego del gran susto que pudo pasar el triple campeón de la ronda ibérica, Roglic pudo volver al lote principal y terminó cruzando la meta en la casilla número 40, con el mismo tiempo que Groves, ganador de la fracción en Villablino.