El belga Remco Evenepoel (Quick Step Alpha Vinyl) fue aclamado como nuevo rey de la Vuelta a España una vez finalizada la vigésima primera y última etapa, entre La Rozas y Madrid, de 96,7 km, en la que se sumó a la fiesta el colombiano Juan Sebastián Molano (UAE Emirates) con una prestigiosa victoria al esprint.
Una etapa de homenaje y fiesta en honor del portador del jersey rojo que desembocó en un esprint masivo en el que terminó brazos en alto Juan Sebastián Molano (Paipa, 27 años), quien se impuso en una llegada muy disputada con un tiempo de 2h.26.6, a una media de 39,6 km/h, por delante del danés Mads Pedersen (Trek) y del alemán Pascal Ackerman (UAE).
EVENEPOEL, UN CAMPEÓN DE MUCHOS QUILATES
En el lote llegó un chico belga, flamenco, llamado Remco Evenepoel, nacido hace 22 años en Aalst, el mismo que lloraba de emoción en el Puerto de Navacerrada 24 horas antes sabiéndose ya rey de la Vuelta en su debut en la prueba.
También cruzaron la línea los españoles Enric Mas y Juan Ayuso, ambos en el podio, como segundo y tercero, y Carlos Rodríguez, campeón de España, junto a Ayuso la confirmación del relevo generacional del ciclismo español, la luz de la esperanza. Para el ciclista de Jávea un hito histórico. El ciclista más joven en los últimos 118 en subir al podio de una grande.
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No fue una llegada cualquiera, pues entre las emociones encontró una parcela grande la última meta para Alejandro Valverde, quien se despidió de la Vuelta con 42 años y 16 participaciones, la primera de ellas en 2002, y sin olvidar la victoria de 2009. "Esto es increíble, he disfrutado hasta el último metro", señaló 'El Bala'.
Evenepoel subió al podio instalado junto a Cibeles acompañado de Mas y Ayuso. Una foto histórica, pues desde 1977 con Freddy Maertens, no ganaba un belga la Vuelta, ni una grande por etapas. El último fue Johan De Muynck en 1978 como ganador del Giro de Italia.
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Un triunfo incontestable el de Remco, quien cimentó su éxito con dominio en las etapas de montaña del norte, especialmente en Pico Jano y La Fancuaya, donde dominó a sus rivales, y en la crono de Alicante, donde ya obtuvo una diferencia cómoda a defender en la tercera semana.
Si bien es cierto que la baja forma inicial de Roglic, ganador de las tres anteriores ediciones de la Vuelta, y la posterior caída del esloveno fueron hechos que pudieron dar ventaja al belga, su triunfo no ofrece dudas. Fue el mejor en todos los terrenos y se supo defender siempre, con la madurez de un incipiente campeón, incluso sin contar en ocasiones con el apoyo de su equipo, que en esta Vuelta no fue la habitual "Manada de lobos".
Sin duda, un ciclista de enorme futuro, llamado a brillar en la nueva generación de figuras, junto a Tadej Pogacar ó Vingegaard. Su juventud y sus triunfos en Lieja Bastoña, con doblete en la Clásica de San Sebastián, despiertan la comparación de este exfutbolista internacional juvenil con el 'Canibal' Eddy Merckx, hecho que no le gusta un pelo. "Yo soy yo, y Merckx es Merckx", zanja.
AYUSO Y RODRÍGUEZ CONFIRMAN EL RELEVO, MAS SE MANTIENE
En plena penumbra del ciclismo español, ávido de relevos para la generación de oro de los Valverde, Contador, 'Purito' Rodríguez y compañía, la Vuelta esperaba como agua de mayo el estreno de sus dos principales esperanzas, Juan Ayuso y Carlos Rodríguez, y con incertidumbre la actuación de Enric Mas después de su bache mental en el Tour.
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Pocos hubieran firmado cuando la Vuelta partió de Utrecht el pasado 19 de agosto que el 11 de septiembre dos españoles iban a estar en el podio. La realidad fue mejor que las expectativas. Mas, recuperado de sus fobias a los descensos, y en modo algo más ofensivo que otras veces, logró un meritorio segundo puesto, el tercero en su palmarés en la Vuelta. A sus 27 años, y con un quinto y sexto puestos en el Tour, aún espera dar un alto de calidad.
A la espalda de Mas llegan rompiendo moldes Ayuso y Carlos Rodríguez. El primero (Jávea, 19 años) refleja su atrevimiento y ambición con el tercer escalón en su debut. Estuvo siempre con los mejores, tiene clase y mentalidad, y el ciclismo español tiene en él una perla a cuidar.
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Perfil similar el de Carlos Rodríguez (Almuñecar, 21 años), quien ha competido entre los grandes vestido con su maillot de campeón de España. Su clase también es indiscutible y en esta Vuelta estuvo viviendo en el 'top 5' hasta que una caída en El Piornal lo dejó maltrecho, hasta retroceder en Navacerrada a la séptima plaza.
A subrayar en el casillero español el final de la sequía en cuanto a triunfos de etapa en las grandes. Después de 121 jornadas sin ver a un español levantar los brazos, acudieron al rescate Marc Soler y Jesús Herrada con sus respectivas victorias en Bilbao y Cistierna.
CARAPAZ BRILLÓ EN LAS CUMBRES, PEDERSEN EL MÁS REGULAR
En el resto de clasificaciones el ecuatoriano Richard Carapaz (Ineos) se llevó el premio de la montaña, el maillot verde de la regularidad fue para el danés Mads Pedersen, el blanco de mejor joven lo ganó Remco Evenepoel y por equipos se impuso el UAE Emirates.
Carapaz, quien ya anunció su despedida del Ineos para irse al EF Education, dio un recital en tres jornadas concretas. Llegó con el objetivo de luchar por el maillot rojo, pero pronto se despidió de sus opciones. El plan B lo ejecutó a la perfección, logrando tres etapas a su estilo, es decir, atacando y llegando en solitario. Para el recuerdo su triplete en Peñas Blancas, La Pandera y Navacerrada.
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El jersey de la montaña le llegó a Carapaz heredado del australiano Jay Vine, quien yendo líder se cayó y hubo de retirarse. El ciclista "aussie" había hecho un brillante doblete en Pico Jano y La Fancuaya.
El rey del esprint fue sin discusión Mads Pedersen (Trek Sehafredo), implacable en Montilla, Tomares y Talavera, pero en Madrid no pudo lograr su cuarta victoria, lo que le hubiera puesto al frente en triunfos parciales.
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Se acabó la Vuelta 2022, la de la bienvenida a nuevos talentos y la despedida de ilustres como Valverde y Nibali. Ahora llega el Mundial. España acudirá con un equipo de circunstancias, pero con Ayuso al frente. Puede ser el comienzo de un interesante periodo. Tiempo al tiempo.