El australiano Kaden Groves (Alpecin) se impuso en las últimas pedaladas del final en Sabadell (Barcelona) al francés Bryan Coquard (Cofidis), que lanzó el esprint, en la cuarta etapa de la Vuelta a Cataluña, la primera de esta edición en la que los velocistas pudieron tener protagonismo.
Groves logró así su segundo triunfo en la Vuelta a Cataluña después del conseguido el año pasado en Perpinyà. El ciclista de 24 años superó a Coquard por media rueda en un esprint masivo que se disputó ante miles de espectadores en la localidad vallesana. El tercer hombre en discordia fue el neozelandés Corbin Strong (Israel-Premier Tech).
Mientras tanto, el esloveno Primoz Roglic (Jumbo-Visma) sigue como líder de la Vuelta a Cataluña empatado a tiempo con su gran rival, el campeón del mundo Remco Evenepoel (Quick-Step). Tercero es el italiano Giulio Ciccone (Trek-Segafredo), a 19 segundos, y cuarto el español Mikel Landa (Bahrain Victorious), a 44.
Pero durante toda la etapa hubo la duda de si habría esprint. La subida a La Molina (Girona), donde ayer se impuso Evenepoel, fue una dura batalla por la escapada. Los intentos de fuga fueron múltiples y tuvieron un claro protagonista, el español David de la Cruz (Astana), ansioso por luchar por la victoria en una etapa con final en su localidad natal.
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Antes de la salida en Llívia (Girona), De la Cruz ya avisó tras pasar el control de firmas que su objetivo era meterse en la escapada de hoy a pesar de que el final llano no era el mejor para sus características. Y pronóstico que el puerto de La Molina, que empezó cuando tan solo se habían recorrido 18 kilómetros, sería clave en este sentido.
El ciclista catalán se unió prácticamente a todos los ataques que hubo en el gran grupo, pero ninguno fructificó durante la primera subida de la jornada. Los tres aventureros que coronaron con ventaja la cima de La Molina, un puerto de primera categoría, fueron los franceses Guillaume Martin (Cofidis), Geoffrey Bouchard (AG2R) y Bruno Armirail (Groupama).
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De todas maneras, el pelotón los reabsorbió en la bajada. Entonces De la Cruz, insistente, vio cómo se le presentaba una nueva oportunidad y no la desaprovechó.
La fuga del día finalmente estuvo formada por el ciclista de Sabadell, el español Roger Adrià (Kern Pharma), el francés Nans Peters (AG2R), el danés Christopher Juul-Jensen (Team Jayco) y el noruego Torstein Traen (Uno-X Pro Cycling).
En la cima del Collet de Sant Agustí, de tercera categoría, a falta de 100 kilómetros para la meta, la diferencia respecto el pelotón se alargó hasta los tres minutos.
Y esto no gustó a Cofidis, INEOS (entre los que tiró del pelotón estuvo el colombiano Egan Bernal) y Alpecin, con las esperanzas puestas en sus velocistas: Coquard, el británico Ethan Hayter y Groves, quien finalmente se llevaría la gloria. Los tres equipos impusieron un buen ritmo al pelotón para controlar la escapada.
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Así, el margen de diferencia se fue reduciendo y, cuando se coronó el Coll de Lligabosses, de tercera categoría y ubicado a 30 kilómetros de la meta, tan solo era de un minuto. A partir de entonces estuvo cantado que el destino de los escapados, que tuvieron que luchar con el viento en contra, no sería jugarse el triunfo entre ellos.
Los 10 últimos kilómetros, con rectas largas, fueron un terreno propicio para que los equipos de los velocistas controlaran la situación a su antojo. A falta de cuatro, el pelotón acabó con la fuga y nadie más tuvo las fuerzas para buscar otra aventura. Coquard lanzó el esprint, pero se le hizo demasiado largo ante un Groves con mejores piernas.
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La relativa calma que se vivió en esta cuarta etapa de la Vuelta a Cataluña fue un oasis en medio de días de mucha exigencia. Mañana viernes volverá la alta montaña con una etapa que está destinada a vivir un nuevo duelo entre Roglic y Evenepoel.
Lo Port (Tarragona), un imponente puerto de categoría especial, será el gigante que medirá las fuerzas entre los dos titanes de esta Vuelta a Cataluña, en la búsqueda de la victoria en la general el domingo en Barcelona.