La undécima etapa del Tour de Francia 2022, que había empezado con risas y alegría, se convirtió en una auténtica pesadilla para Tadej Pogacar. El ciclista esloveno le cedió la camiseta amarilla a Jonas Vingegaard (Jumbo-Visma) y descendió hasta la tercera posición en la clasificación general.
A Pogacar, que arrancó la fracción con una ventaja de 39 segundos sobre el danés, se le vio cómodo en la primera parte del desafiante trayecto de 151.7 kilómetros entre Albertville y el Col du Granon.
Inclusive, en un momento fue captado por la cámara de la organización, a la cual le dedicó unas sonrisas y unos gestos burlescos. Es verdad, que el hombre del UAE Team Emirates supo controlar los ataques del Jumbo-Visma y de los demás perseguidores en los primeros tres puertos (Lacets de Montvernier; Col du Télégraphe y Col du Galibier), pero la historia fue otra en el último alto del recorrido.
🇫🇷 #TDF2022 ¿Tadej, cómo ha ido la etapa? pic.twitter.com/yC5hg0CBqs
— Ciclismo Internacional (@CiclismoInter) July 13, 2022
Vingegaard emprendió un explosivo ataque a falta de cuatro kilómetros para cruzar la línea de meta y dejó 'botado' a Pogacar. El esloveno trató de reaccionar pero su rival dio una exhibición en el Col du Granon, un puerto que no atravesaba el Tour desde 1986.
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Pogacar llegó completamente exhausto a la meta y no había rastros de esa controversial sonrisa. El campeón de las últimas dos ediciones fue séptimo en la etapa, a dos minutos y 51 segundos del pedalista del Jumbo-Visma.
El ciclista de 23 años ahora tendrá que encontrar la fórmula para recuperar el liderato del Tour, una tarea nada fácil teniendo en cuenta que perdió a dos gregarios por el Covid-19 (George Bennet y Vegard Laengen), y uno más (Rafal Majka) está contagiado, y por ende mediado por el coronavirus. Cabe aclarar que el polaco está en competencia porque se declaró que tiene una "carga viral baja".
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