El esloveno Tadej Pogacar , líder del Tour de Francia , afirmó que esprintó en el final de la etapa 13 "para tratar de conseguir un top-10, que siempre es bonito", al tiempo que señaló que no hará locuras en las dos etapas pirenaicas del fin de semana.
"Creo que ahora podemos calmarnos un poco, tenemos una buena renta en la general y yo me siento bien físicamente. Llegamos al final de la segunda semana y mi condición es buena, el objetivo es mantener esta ventaja. No soy yo el que tiene que ir a la ofensiva", dijo el corredor del UAE, que aventaja en 1' 06'' al belga Remco Evenepoel y en 1' 14'' al danés Jonas Vingegaard.
Pogacar reconoció que le gusta correr al ataque y por eso justificó que se metiera en el esprint de Pau.
"Tenía buenas piernas y estaba en buena posición, he visto la oportunidad de hacer un top-10, siempre es bonito. Pero estamos tranquilos, no he salido de mi zona de seguridad, tenía la cabeza clara, el equipo estaba bien situado y he podido hacer ese esfuerzo sin sufrir un gran estrés", comentó.
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El esloveno aseguró que en Pirineos se vivirán las primeras llegadas en montaña y que la carrera entrará en otra dimensión.
"Hasta ahora no hemos tenido mucha montaña, solo una etapa y visto como está la general creo que podemos correr algo a la defensiva. Me gustaría ganar una etapa, pero no voy a despilfarrar mucha energía en eso", indicó el corredor.
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Pogacar lamentó la retirada de su compañero Juan Ayuso, que aquejado de covid abandonó en el transcurso de la carrera, lo que le priva de uno de sus principales escuderos en montaña.
"Es una pena, pero seguimos teniendo un gran equipo. Todos los compañeros están haciendo un gran trabajo y les tengo ahí cuando les necesito. Adam Yates y Joao Almeida están en su mejor versión. No me asusta perder a un corredor, no es lo ideal, pero podemos compensarlo", señaló.