Desde su casa de Bretaña, Bernard Hinault reconoce que le sorprendió el desfallecimiento de Tadej Pogacar camino del Granon en el Tour de Francia 2022 , el mismo monte donde él vistió por última vez el 'maillot' amarillo, pero alaba el espíritu combativo del esloveno y la guerra de nervios que ha lanzado para tratar de desestabilizar al danés Jonas Vingegaard .
"Me gusta que ataca todo el rato. Ya lo hizo en el pasado, pero ahora no tiene otra elección. Eso puede hacer la carrera muy interesante", afirma en una entrevista con Efe el ganador de cinco Tours.
Hinault, que siempre defiende un ciclismo ofensivo, cree que la llegada de Pogacar "ha desatado un poco" el pelotón y que puede cobrar más peso en una edición en la que le ha salido un rival de talla.
Porque el francés ve en el danés Jonas Vingegaard un rival de su talla y asegura que ahora el Tour está "al 50 %" entre ambos.
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"Ahora ninguno de los dos puede contar mucho con su equipo, el uno por la enfermedad, el otro por las caídas, así que va a ser un mano a mano", comentó el 'Tejón'.
Considera que los dos han jugado bien sus cartas hasta ahora, pero que en lo sucesivo todo se jugará "en pequeños detalles" y augura un final muy ajustado en París.
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"No me esperaba la pájara que tuvo Pogacar. Le vi reirse abajo del puerto y todo parecía bajo control. Consideraba que era el más fuerte, pero ahí se dejó muchas opciones. Pero no lo tiene todo perdido. Igual que él tuvo un desfallecimiento, el danés puede tener otro", señaló.
Para ello, considera que "hay que presionarle" y que por delante quedan kilómetros para que el esloveno juegue sus bazas en la lucha por conquistar su tercer Tour consecutivo.
Pogacar no tiene un gran equipo para lanzar estrategias, lo que le obliga a "dar la cara en primera persona", según el francés, que no oculta su admiración por esa forma de correr.
Hinault ve detalles en Pogacar que le recuerdan a su forma de correr, pero también al belga Eddy Merckx, señales de campeón, aunque reconoce que en el Granon cometió un error de alimentación.
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"No lo veo tanto como un fallo de estrategia que como un error de cálculo. Si no te nutres bien, puede venirte el desfallecimiento", señaló.
VINGEGAARD-ZOETELMELK
En cuanto al danés, el 'Tejón' reconoce que ha dado "un salto de personalidad" y cree que tiene "el carácter y el físico para soportar el peso del 'maillot' amarillo".
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"A mi me recordaba a (Joop) Zoetemelk, porque nadie le vio venir. Le vimos el año pasado atacar mucho y no le salió bien, pero ahora las tornas se han cambiado. Creo que los dos están muy igualados. Ha demostrado que es capaz de ser el líder del equipo cuando ha fallado (Primoz) Roglic", aseguró.
Los Pirineos serán ahora la clave, con tres etapas en las que Hinault ve "movimiento permanente", porque además de la lucha por la general "hay otros intereses que van a mover la carrera".
"No te podrás despistar ni un segundo. Esa es la clave. Por eso, la presión que está poniendo Pogacar desde hace días es muy importante", señala.
"Hay una guerra de nervios. Vimos al líder caerse y quién sabe si no fue por esa tensión", comentó.
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Para Hinault, "Pogacar tiene las armas para desestabilizarle", pero el francés cree que el esloveno no tiene que fiarlo todo a la última contrarreloj.
"Con el margen actual no le superará, Vingegaard ha mejorado mucho en esa disciplina. Tiene que recortarle tiempo", señaló.
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El ganador de cinco Tours cree, además, que esta edición puede todavía reservar sorpresas: "Se está rodando muy deprisa. Yo estuvo allí tres días y me sorprendió. Además, va a hacer mucho calor. Esto es una prueba de resistencia y de velocidad, el que olvide uno de los dos factores lo pagará caro".