El colombiano Nairo Quintana se mostró este miércoles muy satisfecho por el resultado de la primera etapa de alta montaña del Tour de Francia, en la que fue segundo de la etapa y ascendió al quinto puesto de la general, lo que le acerca a su objetivo de subir al podio final.
"Hoy solo puedo tener alegría, nos sentimos bien, la idea es seguir remontando (...) Creo que se puede llegar al podio, tengo el sueño amarillo, podemos luchar por ella y vamos a seguir trabajándolo, con paciencia, poco a poco, sin volvernos locos", dijo el de Arkea, que está a 2' 37" del líder, el danés Jonas Vingegaard, y a 15 segundos de la tercera posición.
El colombiano estaba en el grupo de los favoritos cuando comenzó el ascenso al puerto de Granon, donde estaba situada la meta. En las primeras rampas, el de Boyacá lanzó un potente ataque que no pudieron seguir el resto de los favoritos, lo que le permitió ganar una renta y ascender en solitario una cima que se subía por segunda vez en la historia.
"Había equipos con varios corredores y me he lanzado a probar", dijo el corredor, que consideró que, al no tener un equipo capaz de hacer la selección en el grupo tiene que buscar las oportunidades que le ofrezca la carrera.
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Quintana fue atrapando a ciclistas supervivientes de la escapada del día, hasta que solo tuvo por delante a su compañero francés Warren Barguil, al que superó quedando solo como cabeza de carrera.
Por detrás se sucedieron los ataques, como el del francés Romain Bardet, que acabó por alcanzarle, pero también el de Vingegaard, que logró dejar al esloveno Tadej Pogacar.
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El danés, segundo el año pasado en París, fue el más fuerte de la jornada y acabó arrebatando el maillot amarillo al ganador de las dos últimas ediciones.
"La carrera estaba muy lanzada. Me puse a mi ritmo, pero sabía que tanto Vingegaard como Pogacar podían superarme", señaló Quintana, que se quedó a un minuto de su tercera etapa del Tour.
Pese a ello, aseguró que la primera cita con la alta montaña le permitió acercarse a su objetivo en este Tour, que es lograr volver al podio de París, donde ha estado en tres ocasiones, los segundos puestos de 2013 y 2015 y el tercero de 2016.
El colombiano tiene ahora por delante en la general a Vingegard, al francés Romain Bardet, segundo en el Tour de 2016 y tercero en el de 2027, que está a 21 segundos, Pogacar a 15 y el británico Geraint Thomas, vencedor del Tour de 2018 a 19.
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Quintana indicó que seguirá tratando de arrancar tiempo a sus rivales, aunque dijo que será "cauto" y que buscará "las situaciones que se puedan aprovechar".
"No vamos a volvernos locos, actuaremos sin tirar cohetes por ahora. Es la primera etapa de alta montaña y mañana nos espera otro gran reto, la carrera se va a mover muy fuerte, esperamos responder bien", señaló el ciclista del Arkea en referencia a la etapa que acabará en el Alpe d'Huez.
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Peor le fue a su compatriota Rigoberto Urán, que entró en meta a más de 28 minutos del ganador y se hundió al puesto 30 a casi 39 minutos del líder.
Quintana señaló que en el Tour de Francia los días malos pueden hacer perder mucho tiempo, como se demostró con el caso de Pogacar, al que ya se daba por ganador y que perdió el maillot amarillo.
"Cuando estás bien tienes que aprovecharlo y cuando estás menos bien aguantar", señaló el de Arkea.