Guillaume Martin y sus llamativas propuestas para cuidar el medioambiente durante el Tour de Francia

Guillaume Martin, que participa con el Cofidis desde el sábado en su séptimo Tour de Francia (8º en 2021), confiesa, en una entrevista con la agencia 'AFP', "cierta culpabilidad" por su trabajo, que promueve una movilidad sostenible pero también contribuye al calentamiento global.

Pregunta: Hablar de bicicleta es hablar de movilidad sostenible. Sin embargo, carreras como el Tour contaminan. ¿Cómo vive esta paradoja?

Respuesta: "Personalmente, no logro evitar cierta culpabilidad porque sé que mi trabajo y mi pasión tienen repercusiones que son contrarios a mis ideales y a lo que creo necesario para el bienestar del planeta. Al final es el dilema que afrontamos todos. Tenemos teléfonos, pero no sabemos como fueron fabricados exactamente ni el camino que han recorrido".

P: ¿Está bien posicionado para vivir el cambio climático?

R: "Recuerdo una etapa de la Vuelta en la que mi contador marcaba una media de 38 grados durante el día estando en montaña. De hecho, no estoy muy seguro de que el deporte de alto nivel sea bueno para la salud, pero cuando hay picos de contaminación y oyes en la radio que no hay que hacer actividad en el exterior, cuando nosotros estamos corriendo a tope. A veces tengo la impresión de participar a esta faceta de pan y circo".

P: ¿Qué puede hacer el mundo del ciclismo?

R: "Estamos lejos del máximo. Creo que se puede reducir el número de vehículos en carrera. En cuanto al calendario, se pueden acercar más las carreras geográficamente. Seguro que desestabilizaría a algunos organizadores que tienen su fechas históricas, que tal vez corresponda con las fiestas del pueblo de al lado, pero en algún momento habrá que asumir la medida del desafío actual".

P: ¿Y los corredores?

R: "Hasta el otro día vi a uno que tiró su bidón en pleno campo. Me dio mucha rabia".

P: ¿No obstante, hay una concienciación en el pelotón?

R: "Sí. Estamos sensibilizados en el seno de los equipos, por los organizadores, la UCI (Unión Ciclista Internacional). No soy el único en tener estas preocupaciones. (El ciclista canadiense) Michael Woods, por ejemplo, compensa su firma de carbono".

P: ¿Y usted?

R: "Más bien intento reducirla. Pincho a los auxiliares del equipo para tomar un tren cuando es posible porque el reflejo es coger el avión. Intento reducir los desperdicios. En carrera, es complicado. Pero en los entrenamientos, me preparo tortas de arroz y reutilizo los envases. Y me paró en la panadería. Son cosas pequeñas".

P: ¿Los organizadores de carreras como el Tour de Francia se mueven bastante?

R: "ASO integra cada vez más vehículos eléctricos en su flota. Después, también hay que ser conscientes de que se trata de una gran maquinaria y no se puede cambiar de la noche a la mañana. Pero creo que habrá cada vez más presión de activistas como se vio el pasado año. Ese tipo de acciones se van a repetir. Porque, lo queramos o no, el Tour de Francia tal vez sea el reflejo de algunas derivas".

P: ¿Hay riesgo de que haya que parar un día los eventos deportivos?

R: "Sí. El deporte moderno apareció a finales del Siglo XIX, tras la revolución industrial, en una época en la que empezó el cambio climático. Las máquinas redujeron la fatiga humana. El deporte se inventó para responder a la necesidad de seguir existiendo del cuerpo. Pero es un gasto gratuito. Menos mal que el ser humano tiene esta capacidad de hacer cosas altruistas. Es el caso del arte, y creo que el deporte es una forma de arte. El COVID-19 introdujo la noción de actividades esenciales y no esenciales. Espero que no llegaremos al punto en que sea obligatorio, por la situación, de concentrarse sólo en lo esencial".